Los ministros de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) han alcanzado este martes un acuerdo, durante una reunión extraordinaria celebrada en Bruselas, para reducir el consumo de gas ante el temor de que Rusia corte el suministro el próximo otoño-invierno.
"¡Esto no era una misión imposible! Los ministros han llegado a un acuerdo político sobre la reducción de la demanda de gas de cara al próximo invierno", publicaba la presidencia checa del Consejo de la UE.
Finalmente, se ha aprobado reducir el consumo de gas un 15 % en comparación con su consumo medio en los últimos cinco años, entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023, "con medidas de su propia elección", según el comunicado difundido por el Consejo.
Sin embargo, se han incluido excepciones para países como España, que no eran partidarios de la medida puesto que sus importaciones de gas ruso son residuales.
También otros países, como Irlanda, Italia, Grecia o Malta, habían criticado que la propuesta inicial de Bruselas incluyera a todos los países por igual, sin contemplar particularidades, como las menores dependencias de Rusia, la falta de interconexión o la condición insular.
Las excepciones incluyen a los países que no están interconectados con las redes de gas de otros Estados miembros o a aquellos cuyas redes eléctricas no están sincronizadas con el sistema eléctrico europeo, entre otras.
Además de la inclusión de las excepciones, los ministros también han conseguido que la alerta para que los recortes sean obligatorios –puesto que al principio serán voluntarios– no sea potestad de la Comisión Europea, sino una decisión que deberá ser tomada por mayoría cualificada del Consejo de la UE, donde se encuentran representados todos los gobiernos del bloque comunitario.
También se ha acordado que las medidas elegidas para reducir la demanda prioricen las que no afecten a los clientes protegidos, como los hogares o los servicios esenciales para el funcionamiento de la sociedad.