La Administración de Joe Biden trabaja discretamente en clarificarle a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, los riesgos que podría presentar su posible visita a Taiwán, según reportó este miércoles la CNN.
De acuerdo con las personas consultadas por el medio, Pelosi fue advertida la semana pasada, durante una reunión con funcionarios de la Casa Blanca y el Pentágono, sobre el aumento de las tensiones en la región en donde se encuentra Taiwán.
Asimismo, Washington ha compartido sus preocupaciones con la legisladora no solo sobre su seguridad durante el viaje, sino también sobre cómo China podría responder a una visita de tan alto perfil.
La semana pasada, Joe Biden comentó que considera que los militares del país se oponen a la idea de que Pelosi visite la isla. "Yo creo que los militares piensan que no es una buena idea ahora mismo, pero no sé cuál es el estado de la cuestión", expresó.
Por otra parte, los funcionarios del Ejército estadounidense informaron a AP que, en caso de que Pelosi viaje a Taipéi, la presencia de las Fuerzas Armadas norteamericanas aumentará en la región del Indo-Pacífico.
Según las fuentes de la agencia, probablemente sea necesario utilizar aviones de combate, barcos y otros sistemas militares para brindar anillos de protección a la comitiva durante su vuelo y su estadía en la isla.
Además, los militares también tendrían que estar preparados para cualquier incidencia, incluso un accidente, ya sea en el aire o en tierra, por lo que Washington deberá tener equipos de rescate en las inmediaciones.
"Los militares chinos no se quedarán de brazos cruzados"
A su vez, el Ministerio de Defensa de China advirtió este martes que los militares del país "no se quedarán de brazos cruzados" si se realiza la mencionada visita. Pekín "ha manifestado repetidamente su firme oposición" al viaje a la isla de la "'número tres' del Gobierno estadounidense", afirmó durante una conferencia de prensa el portavoz ministerial, Tan Kefei.
El funcionario señaló que el viaje violaría el principio de una sola China, "poniendo en grave peligro la soberanía y la integridad territorial" del país. También afirmó que "causará inevitablemente un daño muy grave a las relaciones entre ambos países, y conducirá a una mayor escalada de la tensión en el estrecho de Taiwán".
"Si la parte estadounidense se empeña en salirse con la suya, los militares chinos no se quedarán de brazos cruzados y tomarán medidas contundentes para frustrar cualquier injerencia de fuerzas externas o intentos secesionistas de 'independencia de Taiwán'. Además, defenderán con decisión la soberanía nacional y la integridad territorial", concluyó.
En esa misma línea, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, subrayó que el gigante asiático ha dejado claro reiteradamente su firme oposición a ese viaje. "Estamos totalmente preparados para cualquier eventualidad", declaró el vocero, e insistió en que, si se mantienen los planes de la visita, "la parte china tomará medidas firmes y enérgicas" para defender su soberanía y la integridad territorial del país.
El pasado sábado, The Financial Times reportó que la hipotética visita de la legisladora a Taiwán podría tener lugar en agosto, tras haber cancelado en abril una primera fecha de viaje por haberse contagiado de coronavirus. Reportes de prensa sostienen que EE.UU. teme que China imponga una zona de exclusión aérea sobre Taipéi si la visita se lleva a cabo.
En caso de concretarse el viaje de Pelosi, que ocupa el tercer cargo más importante en la jerarquía del poder político de EE.UU. –después del presidente y el vicepresidente–, sería la represente política estadounidense de más alto rango en visitar Taiwán desde 1997.