El Salvador comprará su propia deuda. El presidente Nayib Bukele anunció el martes el envío de un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para garantizar los fondos de la operación, que prevé la adquisición de los bonos a tenedores que posean papeles con vencimientos desde 2023 hasta 2025.
Según detalló en su cuenta de Twitter, el objetivo es garantizar "una oferta de compra transparente, pública y voluntaria a todos los tenedores de bonos de deuda soberana salvadoreña", que se transarán al precio de mercado en cada operación.
"Contrario a lo que los medios han estado diciendo todo este tiempo, El Salvador tiene suficiente liquidez, no solo para pagar todos sus compromisos a su vencimiento, sino también para comprar toda su propia deuda (hasta 2025), por adelantado", aseveró el mandatario, para rebatir la tesis de que el país centroamericano va rumbo hacia el 'default'.
En seis semanas
De acuerdo a la información facilitada por el mandatario, la operación de recompra de bonos iniciaría en seis semanas, una vez se cumpla el papeleo correspondiente, y está previsto que se paguen al precio de mercado.
"Y lo haremos al precio de mercado (entendiendo que el precio de mercado probablemente subirá una vez comencemos a comprar todos los bonos disponibles)", explicó el jefe de Estado.
En 2023, el país centroamericano debe pagar 800 millones de dólares en eurobonos y la misma cantidad en 2025, según el Registro Estadístico de las Emisiones de Valores de la República de El Salvador de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF). Parte de los recursos de la millonaria operación de recompra se cubrirán con los Derechos Especiales de Giro (DEG) que fueron asignados al país por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El martes, la mayoría bukelista en el Congreso aprobó que el Banco Central de Reserva (BCR) trasladara 275 millones de dólares de DEG al Ministerio de Hacienda, "para pagar la deuda salvadoreña adquirida por gobiernos anteriores". Esos recursos provenientes del FMI llegaron en 2020, para permitirle a la nación hacer frente a la crisis sanitaria del covid-19.
"Por primera vez, el país cumplirá sus obligaciones anticipadamente, mostrando liquidez", se destaca en la cuenta oficial de la Asamblea Legislativa. Al momento de defender la iniciativa, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, aseguró que la operación se efectuará "sin descuidar" la solidez del BCR.
Otra parte de los fondos para cubrir el costo de la adquisición de bonos es un préstamo por 200 millones de dólares con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que también fue autorizado el martes por el Congreso.
"Con estas dos iniciativas vamos a asegurar la disponibilidad de fondos para ofrecer a nuestros tenedores de bonos 2023 y 2025 una opción de compra anticipada de deuda emitida, una opción de compra pública que va a respetar las regulaciones del mercado bursátil de valores, tanto nacionales como extranjeros", dijo Zelaya.
El Gobierno salvadoreño ha prometido que los tenedores de bonos que se nieguen a vender de manera anticipada sus papeles, obtendrán sin problemas "el nominal de su valor parcial" en 2023.
¿Por qué una recompra?
En las últimas semanas, con la abrupta caída del bitcóin y el freno a la emisión de los "bonos volcán", el mandatario salvadoreño se había mantenido casi en silencio. En paralelo, las principales calificadoras redujeron las notas de riesgo del país debido a los crecientes requerimientos de financiación del país y la falta de un plan "creíble" para honrarlas.
Por eso, el anuncio de la recompra ha sorprendido a muchos. Este miércoles, el diputado oficialista Caleb Navarro aseguró que la estrategia del Ejecutivo era "audaz" y que Bukele había logrado acallar los malos augurios sobre el 'default'.
"Esto es una muestra más de la buena gestión económica que está realizando el Gobierno del presidente Bukele y se están callando todos los murmullos de un posible impago de las deudas", aseveró durante una entrevista. En ese mismo foro, su colega del partido Nuevas Ideas, Marcela Pineda, consideró que la decisión generaba "un clima de confianza" en el país.
En esa línea, agregó: "Es la primera vez que el país está cancelando sus deudas anticipadamente. La oposición quedó callada, porque días atrás dijeron que íbamos a caer en impago".
Según Pineda, la estrategia de Bukele es comprar los bonos y "liberar de deudas a El Salvador", pagando los compromisos fiscales asumidos durante el Gobierno de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el izquierdista Frente FMNL (izquierda), "que sirvieron para actos de corrupción".
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