Miles de manifestantes volvieron este sábado a irrumpir en el edificio del Parlamento de Irak, en Bagdad, por segunda vez en una semana.
Las fuerzas de seguridad iraquíes usaron gases lacrimógenos y bombas de sonido para tratar de repeler a la multitud y causaron varios heridos entre los manifestantes, recoge AP.
El asalto, por parte de seguidores del clérigo chiita Muqtada al-Sadr, líder del Movimiento Sadrista, se produce como protesta contra la decisión de designar a Mohammed al Sudani para el cargo de primer ministro del país.
"Vinimos hoy para eliminar a la clase política corrupta y evitar que celebren una sesión parlamentaria", declaró un manifestante citado por la agencia. Respondimos al llamado de al Sadr. Iremos a la [Zona] Verde [área especialmente vigilada en el centro de Bagdad]. No importa el costo", agregó.