El primer ministro del estado federal alemán de Sajonia, Michael Kretschmer, advirtió este domingo en una entrevista para el semanario Die Zeit que Alemania no podrá prescindir de los suministros gasísticos rusos en los próximos cinco años.
"Si nos encontramos con que no podemos prescindir del gas ruso por el momento, es una amarga realidad, pero así es y tenemos que tenerla en cuenta", afirmó el alto funcionario, instando a apostar por "más pragmatismo".
El jefe regional reconoció que tras el inicio del operativo militar ruso en Ucrania ya "no se puede volver" al nivel anterior de relaciones entre Berlin y Moscú. No obstante, calificó de "errónea" la postura de "no volver a abastecerse de materias primas de Rusia". "Debemos admitir por fin, admitir por fin que no podremos prescindir del gas ruso en los próximos cinco años. Y si es así, debemos sacar las conclusiones necesarias", enfatizó.
En este sentido, insistió en la necesidad de seguir con la diversificación de fuentes energéticas, incluidas las renovables. "Y, sin embargo, en los próximos años seguiremos necesitando el gas ruso, deberemos utilizar las centrales nucleares existentes y aplicar la eliminación del carbón acordada para el 2038. El Gobierno federal nos deja en la oscuridad sobre sus planes e ideas", afirmó.
Abordando las relaciones comerciales con Rusia, Kretschmer señaló que la idea de aislar al país euroasiático de forma permanente o no volver a cooperar con él es "absurda y peligrosa". En esta línea, subrayó que "una Rusia que esté orientada hacia China y no tenga vínculos con Europa es mucho más peligrosa para nosotros".
Además, recordó los logros en ciencia, cultura y economía alcanzados entre Rusia y Alemania a lo largo de los últimos decenios. "Después de la barbarie nazi y la Guerra Fría, todo esto es un milagro. Rusia es más que funcionarios del KGB, oligarcas e ideas imperiales. No debemos renunciar a ello", destacó.
En cuanto a los combates en Ucrania, el primer ministro de Sajonia abogó por congelar el conflicto, remarcando que un armisticio "pone fin a la muerte y crea la posibilidad de suministro de materias primas".
- A mediados de junio, el gigante ruso Gazprom se vio obligado a reducir la capacidad del suministro de gas por el gasoducto Nord Stream 1 en cerca del 40 % debido al retraso de las reparaciones en Canadá de una turbina de la empresa Siemens para la estación de compresión de Portovaya. A principios de julio, Canadá aceptó enviar la unidad a Alemania para que la transportara hasta Rusia.
- La reducción causó una subida de los precios en el mercado europeo, obligando a los países de la UE a elaborar planes de emergencia para estabilizar su seguridad energética.
- La semana pasada, Gazprom anunció la detención del funcionamiento de otra turbina de Siemens en Portovaya. De este modo, desde las 04:00 GMT del 27 de julio, la capacidad máxima diaria de esa estación de compresión de gas es de 33 millones de metros cúbicos.