Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del G7 (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, EE.UU. y el Reino Unido) han expresado su preocupación por las acciones de China, en respuesta a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, y temen que la situación desemboque en una escalada de tensiones y desestabilización de la región.
Los cancilleres del G7 y el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, "reafirmamos nuestro compromiso compartido de mantener el orden internacional basado en reglas, la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán y más allá", indicaron en una declaración conjunta.
Las "acciones amenazantes" emprendidas por Pekín, en particular las maniobras militares con fuego real y la presión económica, pueden conducir a "una escalada innecesaria". "No hay razón para usar la visita [de Pelosi] como pretexto para una acción militar agresiva en el estrecho de Taiwán. Es normal y habitual que los legisladores de nuestros países viajen al exterior", reza el documento.
El G7 y la UE instan a China a "no cambiar unilateralmente el 'statu quo' en la región por la fuerza" y a resolver las diferencias por medios pacíficos. "Alentamos a todas las partes a mantener la calma, actuar con moderación, con transparencia y mantener líneas abiertas de comunicación para evitar malentendidos", agregaron.
EE.UU. está "preparado para manejar" la situación
Por su parte, el coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, dijo este martes que Washington "no quiere una crisis" en el estrecho de Taiwán, pero que está "preparado para manejar" la situación dependiendo de lo que "Pekín decida hacer".
"No participaremos en ruidos de sables. Seguiremos operando en los mares y cielos del Pacífico occidental, como lo hemos hecho durante décadas. Continuaremos apoyando a Taiwán, defendiendo un Indo-Pacífico libre y abierto, y buscaremos mantener la comunicación con China", manifestó Kirby. Además, aseguró que EE.UU. "no apoya la independencia" de la isla, pero sí su autodefensa, por lo que seguirá trabajando para fortalecer las alianzas con Taipéi y otros países de la región.
Más leña al fuego
El viaje de Pelosi a Taiwán, quien ocupa el tercer cargo más importante en la jerarquía del Gobierno estadounidense después del jefe de Estado y el vicepresidente, ha agravado las tensiones entre EE.UU. y China, cuyas relaciones se encuentran en su peor estado desde que ambos países establecieran nexos diplomáticos en 1979. Se trata del primer viaje de un presidente de la Cámara de Representantes a la isla en 25 años.
Washington no tiene relaciones oficiales con Taipéi, pero el Gobierno taiwanés esperaba con ansiedad la visita de Pelosi. Además, un viaje de este nivel podría servir para dar legitimidad a Taiwán en el escenario mundial, reporta Fox News.
- Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio, e insiste en que cualquier negociación con la isla que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China. La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.
- Aunque Washington no reconoce a Taiwán —que se autogobierna desde 1949 con una administración propia, como país independiente—, mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.