La OPEP+ incrementará su producción global en 100.000 barriles por día a partir de septiembre próximo, volumen que varios analistas visualizan como un fracaso de los intentos del presidente estadounidense Joe Biden de convencer al grupo de exportadores de aumentar la oferta por el bien de la economía global.
"Es tan poco que no tiene sentido. Desde un punto de vista físico, es un cambio marginal. Como gesto político, es casi un insulto", comentó Raad Alkadiri, director gerente de energía, clima y sostenibilidad de Eurasia Group, citado por Reuters.
El aumento, que equivale al 0,1 % de la demanda global, sería el mínimo acordado desde que la OPEP introdujera su sistema de cuotas en 1982.
La decisión se produce tras un viaje de Biden a Arabia Saudita, el mes pasado, en su afán de alentar una mayor producción de crudo para revertir los precios récord de la gasolina, que impulsaron la inflación hasta su máximo en 40 años.
Con ese fin, EE.UU. está tratando de mejorar sus relaciones con Riad, perjudicadas por los señalamientos de la comunidad de inteligencia estadounidense sobre la supuesta implicación del príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.
El martes, Washington aprobó la venta de sistemas antimisiles a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, por valor de 5.300 millones de dólares, pero todavía debe revocar el veto a las ventas de armas a Riad.
La OPEP y sus aliados han previsto eliminar en septiembre todos los recortes de producción impuestos en 2020, en medio de la desaceleración económica por la pandemia de covid-19, pero la organización tiene dificultades para aumentar la extracción, debido a años de subinversión en las capacidades productivas y a las sanciones impuestas a algunos de sus miembros.
En consecuencia, la producción global de crudo fue en junio de casi tres millones de barriles diarios menos de lo programado.