La inflación crecerá hasta niveles "astronómicos" durante el próximo año, lo que obligará al Banco de Inglaterra a aumentar las tasas de interés durante un periodo prolongado, reporta The Guardian, que cita un informe del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Sociales (NIESR), el principal 'think tank' británico.
Los precios del gas y de los alimentos, que siguen creciendo, impulsan la inflación, que, según distintas predicciones, podrá llegar hasta el 11 % a finales de año. El instituto también prevé que el Reino Unido podría enfrentarse a una recesión prolongada, lo que afectaría a las capas sociales más vulnerables del país. Según su pronóstico, el Índice de Precios Minoristas, que se usa para establecer los precios para el transporte público y para los préstamos estudiantiles, llegará al 17,7 %.
El subdirector del NIESR, Stephen Millard, sostiene que para las familias y empresas británicas no habrá "ningún respiro" en lo que se refiere a la "inflación astronómica".
Al mismo tiempo, según el informe del NIESR, se espera que el ingreso promedio disminuya un 2,5 %, lo que obligará a millones de familias a usar sus ahorros o a tomar préstamos caros para costear este invierno el gasto básico de calefacción y de alimentos.
Según sugiere Jagjit Chadha, director del NIESR, el próximo primer ministro debería "centrar la política económica en la redistribución de recursos a los hogares financieramente más vulnerables y mantener los servicios públicos".
La crisis económica se agudiza en el Reino Unido, después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, se viera obligado a dimitir en un contexto de adopción de sanciones masivas contra Rusia y con la economía en recesión tras pandemia del covid-19 y Brexit.