Un jurado en Nueva Zelanda declaró culpable de 33 cargos de abuso sexual a un hombre que sedujo al menos a dos menores de edad y afirmó que las relaciones íntimas con una de las niñas fueron consensuadas, informó The New Zealand Herald el 2 de agosto.
Tulisi Leiataua testificó en el Tribunal de Distrito de Manukau que una de sus dos presuntas víctimas lo persiguió durante mucho tiempo y le confesó su simpatía, a pesar de los numerosos rechazos.
Las niñas tenían entre 8 y 12 años cuando aparentemente comenzó el abuso en 2010. Ahora, de 19 y 24 años, se enfrentaron a un interrogatorio agotador durante el juicio de dos semanas, a lo largo del cual, el acusado afirmó que las relaciones con la víctima mayor no solo fueron consensuadas e iniciadas por ella, sino que parecían un matrimonio.
La joven niega estas declaraciones y afirma que el hombre tomó la iniciativa, la presionó moralmente, e incluso le prometió casarse con ella cuando creciera.
Las excusas del violador
El acusado, que se mudó a Samoa en 2014, pero fue extraditado a Nueva Zelanda en 2020 para ser juzgado, rompió en llanto mientras daba su testimonio el pasado jueves.
"Sé que era una niña, pero la forma en que vino a mí era como una mujer madura. La rechacé, pero ella seguía viniendo hacia mí", aseguró el sujeto. "Ella entró desnuda a la habitación, me sorprendió, la eché de la habitación", agregó.
Consentimiento de un menor
Durante el juicio, el juez Richard Earwaker abordó el tema del consentimiento de una persona menor de 16 años.
"Legalmente, una persona menor de 16 años no puede dar su consentimiento para los cargos de actos indecentes", explicó. "Pero en cuanto a las relaciones sexuales, una persona menor de 16 años puede dar su consentimiento", continuó el magistrado.
El abogado del acusado, Mark Edgar, sugirió que la joven lamentaba haber tenido una "relación consensuada con un hombre 20 años mayor que ella". Añadió que "los recuerdos a veces no son correctos", ya que ha pasado mucho tiempo.
"¿Por qué no le dijo a alguien que estaba siendo violada?", preguntó Edgar. El fiscal Gareth Kayes insistió que las niñas querían contarlo, pero temían que las llamaran mentirosas, al tiempo que trataba de convencer el jurado de que el consentimiento de un menor está fuera de discusión.
En Nueva Zelanda, el argumento del consentimiento, según la Ley de Delitos de 1961, sigue siendo una defensa válida para los acusados de violación, incluso si la presunta víctima era menor de edad en ese momento.
Activistas exigen cambios en la ley
Layba Zubair, defensora y activista de derechos humanos, ha presentado una petición al Parlamento para que se revise la legislación y se brinde una definición clara de lo que implicaría el consentimiento en Nueva Zelanda.
Según los reportes, una de cada cuatro personas en esa nación sufre una agresión sexual en su vida, pero el 94 % de los casos no se denuncian a la policía.