En la reciente reunión a puerta cerrada de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se anunció que la agencia transferirá una parte significativa de su presupuesto y recursos de la lucha contra el terrorismo a la rivalidad que EE.UU. mantiene con China, reporta AP.
El director adjunto de la CIA, David Cohen, afirmó en la reunión que EE.UU. seguirá persiguiendo y eliminando a terroristas, pero tratar de entender y contrarrestar a China se convierte en la prioridad principal de la agencia. La semana pasada se puso en evidencia que las relaciones entre las dos potencias siguen empeorando. La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán desembocó en los ejercicios militares de China en seis zonas alrededor de la 'isla rebelde'.
Fuentes anónimas familiarizadas con el asunto revelaron que el Congreso ha presionado la CIA y otras agencias de inteligencia para que conviertan China en un objetivo de prioridad máxima. En particular, los legisladores están preocupados por los avances de China en la creación y desarrollo de tecnologías avanzadas. Bajo el mandato del presidente chino, Xi Jinping, el país asiático invirtió millones de dólares en ciencia cuántica, inteligencia artificial y otras tecnologías que tendrán un papel crucial en la esfera económica y la militar en el futuro.
El giro hacia China significa que se recortarán los recursos de otros departamentos. No obstante, no ha trascendido la suma concreta ya que el presupuesto de la CIA está clasificado. Además, las agencias de inteligencia estadounidenses están trasladando a cientos de oficiales a los departamentos que se especializan en China, incluyendo los que anteriormente lucharon contra el terrorismo.
"Llegamos tarde, pero es bueno que finalmente estemos cambiando nuestro enfoque hacia esa región", anunció el congresista de Utah, Chris Stewart. La CIA anunció cambios en su estructura hace menos de un año, cuando se crearon dos centros de misión nuevos, uno especializado en China y otro en las tecnologías modernas.
Los cambios en la estrategia de la CIA se producen mientras el presidente de EE.UU., Joe Biden, trata de mostrar al mundo que la retirada de las tropas de Afganistán, hace un año, no influyó en la capacidad del Ejército estadounidense para asesinar a los líderes terroristas.
La semana pasada, Biden anunció que un vehículo aéreo no tripulado de EE.UU. atacó y asesinó al líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri, en Kabul. A pesar de las intenciones de Biden, los críticos destacaron que la presencia del líder terrorista en Afganistán ya muestra que, a pesar de todos los esfuerzos de los líderes occidentales de los últimos 20 años, el terrorismo vuelve a Afganistán con la llegada de los talibanes en el poder.