Los demócratas del Senado estadounidense aprobaron la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), un gran proyecto de 430.000 millones de dólares sobre el clima, la sanidad y el impuesto de sociedades. El texto engloba el programa político del partido demócrata y, por lo tanto, su aprobación fue calificada como una gran victoria para el presidente estadounidense, Joe Biden, informa New York Magazine. Ahora el texto se dirigirá a la Cámara de Representantes, donde es probable que se apruebe y después Biden lo convierta en ley con su firma.
Como ningún republicano del Senado apoyó el IRA, la vicepresidenta Kamala Harris tuvo que aportar el voto número 51, que rompió el empate. De hecho, según The Washington Times, los demócratas debieron llegar a un acuerdo con el senador moderado Joe Manchin, que obstaculizó el anterior intento de los demócratas de aprobar un proyecto de ley similar (pero más ambicioso y caro) llamado 'Build Back Better'.
El anteproyecto inicial del IRA era también mucho más ambicioso e incluía muchas propuestas que fueron rechazadas posteriormente. Para llegar a un acuerdo con Manchin los demócratas tuvieron que renunciar a algunas de sus ideas más ambiciosas, así como a promover proyectos de combustibles fósiles en Virginia, el estado natal de Manchin. El propio senador calificó de "enfoque equilibrado" la introducción de esos cambios.
¿En qué consiste el ambicioso proyecto?
El proyecto de ley incluye la mayor inversión federal destinada al cambio climático, de unos 370.000 millones de dólares. Se espera que al final de la década el efecto acumulado de esas inversiones reduzca en un 40% los gases de efecto invernadero emitidos por el país. Esta inversión consistirá principalmente en créditos fiscales para promover la transición hacia un uso más limpio y eficiente de la energía, tanto para la población como para las empresas.
Además, el proyecto de ley incluye el mayor plan de asistencia sanitaria desde la Ley de Asistencia Asequible, introducida por la Administración Obama y conocida coloquialmente como 'Obamacare'. La idea central de la política es permitir que Medicare (un programa de seguro de salud nacional del Gobierno de Estados Unidos) negocie directamente con las farmacéuticas los precios de los medicamentos. Además, los productores de fármacos tendrán que pagar reembolsos a EE.UU. si aumentan los precios de Medicare por encima de la tasa oficial de inflación.
El programa también apoya a los ancianos limitando en 2.000 dólares al año el dinero que tendrán que destinar para pagar medicamentos y proporcionándoles vacunas gratuitas.
La Ley de Reducción de la Inflación incluye otro componente sanitario que amplía los subsidios a las primas de los seguros para los estadounidenses de clase media y baja que adquieran cobertura bajo el 'Obamacare'. Estos subsidios se introdujeron durante la pandemia de covid y originalmente debían expirar en 2022, pero se han prolongado tres años más.
Nuevos impuestos para los ricos
El proyecto de ley también pretende compensar totalmente sus costes e incluso reducir el déficit presupuestario federal en 300.000 millones de dólares durante los próximos diez años. Lo hará principalmente aumentando los impuestos a las grandes corporaciones (empresas con unos ingresos anuales de más de mil millones de dólares) hasta un mínimo del 15%.
También se introducen algunos nuevos impuestos, en particular una nueva tasa del uno por ciento a las empresas que recompran sus propias acciones.
Además, el IRA prevé una inversión de 80.000 millones de dólares en el Servicio de Impuestos Internos con el objetivo de ampliar la capacidad de la agencia para detectar y perseguir a los ricos que defraudan impuestos, tanto a las empresas como a las personas.
¿Qué pasará con la inflación?
En cualquier caso, el proyecto de ley se llama 'Ley de Reducción de la Inflación', por lo que es lógico que contenga algunas medidas que reduzcan la inflación.
La declaración oficial de la Administración afirma que "reducirá el déficit en más de 300.000 millones de dólares, incluyendo una reducción del déficit a corto plazo que, según una serie de expertos económicos, también reducirá la inflación a corto plazo".
No obstante, un estudio realizado por la Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania señala que las estimaciones del impacto que la nueva ley podría tener sobre la inflación "no son estadísticamente diferentes de cero", lo que indica que la legislación probablemente no impactará significativamente en la inflación pese a tener un efecto económico positivo en general.
De hecho, según el estudio, el proyecto de ley podría aumentar la inflación ligeramente a corto plazo. Este punto ha sido criticado por los republicanos, que aseguran que el proyecto potenciará aún más la inflación, lo que sería un grave error en un momento en el que los precios en EE.UU. ya están subiendo al ritmo más rápido en cuarenta años.
En una declaración en la que celebraba la ley y felicitaba al Senado por haberla aprobado, el presidente Biden reconoció el domingo que la IRA "requiere muchos compromisos", pero "hacer cosas importantes casi siempre lo requiere".