Donald Trump afirmó este lunes, a través de un comunicado, que agentes del FBI allanaron su residencia de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida. De acuerdo con reportes, la inspección fue parte de una investigación sobre el manejo de documentos presidenciales altamente clasificados.
"Mar-A-Lago en Palm Beach está actualmente bajo asedio, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI", declaró Trump en el comunicado, señalando que "nunca antes le había ocurrido algo así a un presidente de EE.UU.".
El registro, según Eric Trump, tercer hijo del magnate, estaba centrado en una investigación del Departamento de Justicia sobre el posible mal manejo de secretos gubernamentales, luego de que el expresidente se llevara a su residencia varias cajas con documentos clasificados cuando dejó la Casa Blanca.
"El propósito de la redada fue, por lo que dijeron, porque los Archivos Nacionales querían corroborar si Donald Trump tenía o no documentos en su poder", declaró el hijo del expresidente a Fox News. "Y mi padre ha trabajado en colaboración con ellos durante meses. De hecho, el abogado que ha estado trabajando en esto estaba totalmente sorprendido. Dice: 'Tengo una relación tan increíble con esta gente y de repente, sin previo aviso, envían 20 coches y 30 agentes'".
¿Qué dicen desde el Gobierno?
Los Archivos Nacionales y Administración de Documentos descubrieron en enero de este año que, al final de su mandato, Trump se había llevado a su casa, en el complejo de Mar-a-Lago, 15 cajas de la Casa Blanca que contenían documentos gubernamentales, recuerdos, regalos y cartas. Las cajas incluían material sujeto a la Ley de Registros Presidenciales, que exige que todos los documentos y registros relacionados con asuntos oficiales se entreguen a los archivos.
Después de que Trump devolviera las cajas a los Archivos Nacionales, sus archiveros encontraron documentos que contenían "elementos marcados como información clasificada de seguridad nacional", según informó la agencia al Congreso en febrero.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que lidera la investigación del Congreso sobre los documentos mal manejados, publicó una declaración de su presidenta, la representante demócrata de Nueva York, Carolyn Maloney, en la que resaltó que "los presidentes tienen el solemne deber de proteger la seguridad nacional de EE.UU., y las acusaciones de que el expresidente Trump puso en riesgo nuestra seguridad por el mal manejo de información clasificada justifican el máximo escrutinio".
A pesar de que en los últimos meses los Archivos Nacionales habían recuperado los registros de la Casa Blanca en Mar-a-Lago, varias fuentes indican que el FBI tuvo que verificar que no se había quedado nada.
La búsqueda comenzó a primera hora de la mañana de este lunes y los agentes del FBI parecían estar centrados en la zona del club donde están las oficinas y las dependencias personales de Trump, indicó a la CNN una persona familiarizada con el asunto. Sin embargo, varios funcionarios de la Casa Blanca dijeron al mismo medio que el registro no fue notificado y que el presidente Joe Biden no estaba al tanto hasta que se informó en las noticias.
Por otro parte, fuentes policiales dijeron a ABC News que las actividades del FBI en el complejo de Trump están autorizadas por la corte. Asimismo, un alto funcionario informado sobre los acontecimientos dijo que el Servicio Secreto solo fue notificado por el FBI poco antes de que los agentes llegaran. El Servicio Secreto validó la orden de registro y facilitó la entrada en la residencia, de acuerdo con una orden judicial, según el funcionario.
El expresidente no estuvo presente mientras el allanamiento se llevaba a cabo. Estaba en la Torre Trump de Nueva York, comentó a Politico una persona familiarizada con la situación. Trump fue informado de la redada por su hijo Eric.
EE.UU., una "república bananera"
El registro del FBI en Mar-a-Lago se produjo mientras Trump sopesa una cada vez más probable tercera candidatura a la Casa Blanca. En un comunicado, el magnate denunció el allanamiento como un "armamento del sistema de justicia" y un esfuerzo para evitar que se presente de nuevo a la Presidencia en el 2024.
Las acciones provocaron una rápida condena por parte de algunos gobernadores republicanos, que rápidamente respaldaron el mensaje de Trump de que el Departamento de Justicia estaba siendo utilizado en su contra. Asimismo, criticaron el pobre actuar del sistema de justicia estadounidense cuando se trata de investigar a personas ligadas a la administración actual, como Hillary Clinton o Hunter Biden.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, una firme aliada de Trump, describió el registro como una "instrumentalización política sin precedentes del Departamento de Justicia" en Twitter. "Utilizar el sistema de justicia penal de esta manera es antiamericano", escribió.
Ron DeSantis, gobernador de Florida, comentó en redes que la redada "es otra escalada en el uso de armas de las agencias federales contra los opositores políticos del régimen, mientras que personas como Hunter Biden son tratadas con guantes de seda", y calificó a EE.UU. como una "república bananera".
"Oye, FBI, ¿algún interés en la computadora portátil de Hunter Biden? Preguntando por un amigo mío que fue allanado hoy", comentó en Twitter Kari Lake, candidata a la Gobernación de Arizona.
Manifestaciones en apoyo a Trump
La redada del FBI también provocó que un par de docenas de partidarios de Trump se reunieran frente a su residencia privada en Palm Beach, en apoyo al expresidente.