El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en sendas reuniones con sus homólogos de Mongolia, Corea del Sur y Nepal, expresó que los políticos de algunos países están siguiendo el ejemplo de Washington respecto de Taiwán y aprovechan la ocasión por "interés político propio" y para mejorar su "desempeño político".
"Esto socavará gravemente las bases políticas para las relaciones con China", advirtió Wang, recoge un comunicado difundido el miércoles por la Cancillería y citado por South China Morning Post (SCMP).
El canciller chino aprovechó para advertir a los independentistas de Taiwán que no "juzguen mal la situación ni sobreestimen su capacidad" tras la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi.
Según SCMP, los comentarios de la Cancillería se deben a la petición conjunta de los titulares de Relaciones Exteriores de EE.UU., Australia y Japón, realizada la semana pasada, en la que exhortaban a Pekín a detener de inmediato los ejercicios militares lanzados en respuesta al viaje de Pelosi, que, según ellos, "afectan gravemente la paz y la estabilidad internacionales".
Los principales diplomáticos del Grupo de los Siete (G7) y del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, también condenaron los simulacros militares, alegando que era normal y de rutina que los legisladores de los países del G7 realicen visitas internacionales. Por estas declaraciones, el viceministro de la Cancillería china, Deng Li, convocó a los diplomáticos europeos en el país.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Liz Truss, condenó la "escalada" de China en la región en torno a Taiwán e instó al gigante asiático a "resolver cualquier diferencia por medios pacíficos".
Mientras, Wang expresó que para Pekín era menester tomar medidas en defensa de su soberanía considerando que el viaje de Pelosi a Taipéi fue una provocación política.
Repercusiones de la visita de Pelosi
Las declaraciones de la Cancillería china tienen lugar en el contexto de las acusaciones de Pelosi, quien afirmó que Pekín utilizó su visita de la semana pasada a Taiwán como un pretexto para una acción militar más agresiva en contra de la isla autónoma. "Lo que los chinos están haciendo es lo que suelen hacer", dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, enfatizando que "no se permitirá que China aísle a Taiwán".
Anteriormente, el Ministerio de Defensa chino había alertado que el viaje de la congresista violaría el principio de una sola China, "poniendo en grave peligro la soberanía y la integridad territorial" del país, así como que causaría "inevitablemente un daño muy grave a las relaciones entre ambos países y conduciría a una mayor escalada de tensión en el estrecho de Taiwán". "Los militares chinos no se quedarán de brazos cruzados", agregó.
Además de los simulacros militares, China anunció el viernes pasado una serie de contramedidas por la visita de Pelosi, entre las que se destacan la cancelación de los diálogos regulares sobre temas de defensa con el Ejército estadounidense y la suspensión de la cooperación bilateral en áreas vinculadas con el cambio climático y la lucha contra el tráfico de drogas.
A su vez, desde la Cancillería china justificaron un conjunto de restricciones que impondrá Pekín a la legisladora estadounidense y que afectarán a miembros cercanos de su familia, dado que Pelosi ignoró "la grave preocupación y la firme oposición" de China a su viaje.