La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, desmintió las acusaciones de la Unión Europea, que culpa a Moscú de poner en riesgo la central nuclear de Zaporozhie, en la ciudad ucraniana de Energodar, e instó a Occidente a influir en Kiev para que deje de atacar instalaciones estratégicas.
De esta forma, la Cancillería rusa sale al paso de la declaración que la UE emitió la semana pasada en la que condena el operativo de Rusia en Ucrania, acusa a las Fuerzas Armadas del país de impedir que "se cumpla la seguridad nuclear y radiológica" en la central, y exige la retirada de las tropas.
La vocera subrayó que la misiva estaba "repleta de calumnias antirrusas y de hechos retorcidos" y denunció que "los países occidentales se habían rebajado una vez más hasta mentir descaradamente" en sus alegaciones acerca de que Rusia plantea amenazas para la planta nuclear, lo que, según Zajárova, "contradice los hechos".
"Es indiscutible que los ataques contra la planta y Energodar se llevan a cabo por formaciones armadas ucranianas que actúan bajo órdenes de Kiev", declaró la portavoz, que agregó que los autores del texto están "obsesionados" con la llamada "amenaza rusa", con la que pretenden "explicar cualquier cosa".
"Con esto, quieren ocultar los fracasos de la política exterior de Occidente, que una vez más coloca las opiniones rusófobas de la política exterior por encima de […] los objetivos de seguridad nuclear", aseveró Zajárova.
"Instamos a Washington, a Bruselas y a otras capitales, sobre todo a las europeas, a abandonar los juegos e intrigas irresponsables en torno a la central nuclear de Zaporozhie y a presionar inmediatamente a las autoridades de Kiev para obligarlas a dejar de bombardear la central y las zonas circundantes", reza el comunicado del ministerio.