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El embajador argentino en Caracas acusa a la justicia de su país de "secuestrar" el avión venezolano-iraní retenido en Buenos Aires desde junio

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El diplomático afirma que hay una "sensación de injusticia para el pueblo venezolano" y que la decisión del tribunal intenta "perjudicar" las relaciones entre los dos países latinoamericanos.
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El embajador de Argentina en Caracas, Óscar Laborde, afirmó que el avión iraní-venezolano retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, desde el pasado 6 de junio, "está secuestrado".

Laborde criticó la resolución de incautación dictada por el juez federal Federico Villena, a petición de la Justicia de EE.UU., y consideró que hay una "sensación de injusticia" por esta situación.

"Hay una sensación del pueblo venezolano de injusticia. Queda claro que hay una intención de la Justicia y que muchos la padecen", dijo durante una entrevista en la emisora AM 750, donde también condenó la situación de los 19 tripulantes de la nave, que continúan en Argentina, "sin que aparentemente haya algo para reprocharles".

"Esto hay que transitarlo con inteligencia, porque son muchos los intereses que pretenden que esto sea una pelea que perjudique más a Venezuela y al proceso de la CELAC [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños]", sostuvo Laborde, por lo que consideró que "es natural sospechar que los adversarios exageren y griten con lo del avión".

Sin embargo, el diplomático aseguró que la relación bilateral entre Argentina –que ostenta actualmente la presidencia interina de la CELAC– y Venezuela no se encuentra dañada por este incidente, y afirmó que "no hay ninguna protesta del gobierno venezolano a Cancillería".

Más de dos meses retenido

Las autoridades del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia argentina de Buenos Aires, retuvieron al avión Boeing 747 Dreamiler, perteneciente a la empresa Emtrasur, filial de Conviasa, con matrícula venezolana, el pasado 6 de de junio, hace ya más de dos meses.

La aeronave, cargada de autopartes, provenía de Venezuela y llevaba a bordo 14 tripulantes, venezolanos y cinco iraníes. Tras una parada técnica en Córdoba, el avión continuó su camino hasta la capital argentina, donde finalmente fue retenido.

La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) se querelló por los presuntos vínculos de los tripulantes iraníes con los atentados cometidos contra la Embajada de Israel en 1992 y contra al Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que todavía no han sido resueltos.

Tras la querella, la Justicia Federal ordenó la retención de los pasaportes de los cinco trabajadores iraníes, mientras que el juez Villena solicitó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que se le informase de cualquier movimiento sobre la nave.

Tanto DAIA como AMIA hicieron hincapié en que la aeronave, operada por la empresa venezolana Emtrasur, estaba vinculada a la compañía iraní Mahan Air, sancionada por EE.UU. por sus vínculos con actividades terroristas.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Said Khatibzadeh, sostuvo que la retención del avión era una "operación de propaganda" contra su país, motivada por sus políticas nucleares y aseguró que Mahan Airline había vendido esa aeronave hacía más de un año a Venezuela.

EE.UU. pide la incautación del avión

A principios de este mes, el Departamento de Justicia de EE.UU. pidió a las autoridades argentinas la confiscación del Boeing 747 por presuntamente violar las leyes de control de exportaciones del país norteamericano.

La nave había sido fabricada en EE.UU. y fue vendida a la filial de Conviasa por la compañía iraní Mahan Air. Según las autoridades estadounidenses, esta empresa estaría vinculada con los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Fueza Qods, que el Departamento de Estado tiene catalogados como organización terrorista.

Desde 2008, el Departamento de Comercio de EE.UU. tiene prohibido a Mahan Air participar en cualquier transacción que involucre cualquier producto exportado del país norteamericano, por lo que se alega que la compañía iraní violó las leyes de control de las exportaciones de Washington, cuando transfirió el Boeing a Emtrasur.

El juez Villena concedió la incautación y autorizó una evaluación inicial del avión, así como el establecimiento de contratos de depósito y mantenimiento por parte del Servicio de Alguaciles de EE.UU. La inspección fue llevada a cabo por el FBI el pasado jueves, 11 de agosto.

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