Barcelona recuerda el atentado del 17-A cinco años después con tensión y enfrentamientos de grupos de independentistas

Barcelona ha conmemorado este miércoles el 5.º Aniversario de los atentados yihadistas que tuvieron lugar en Cambrils y en la capital catalana, que se cobraron la vida de 16 personas, en un ambiente tenso por las protestas de un grupo de independentistas.

El homenaje, que se celebró como todos los años en la Rambla de Barcelona, una de las principales arterias de la ciudad donde tuvo lugar el ataque más sangriento, que además de 14 muertos dejó 131 heridos de 34 nacionalidades, quería brindar protagonismo a los familiares y allegados de las víctimas.

Los representantes de las instituciones se colocaron en segunda fila en el emotivo acto, que contó con la presencia del presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonés, la presidenta del Congreso de los Diputados de España, Meritxell Batet, los ministros Miquel Iceta y Raquel Sánchez, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

En los alrededores del evento, decenas de independentistas se agruparon para abuchear a los políticos portando pancartas que decían "Exigimos la verdad". Uno de ellos llegó a romper el minuto de silencio para gritar: "España es un Estado asesino, queremos la verdad, hipócritas". Finalmente cantaron el himno nacional de Cataluña, y gritaron consignas a favor de la independencia.

Uno de los momentos más tensos se produjo cuando tras finalizar el acto ocurrió un enfrentamiento entre familiares de las víctimas y el hombre que rompió el minuto de silencio, que les llamaba burros e hipócritas. Otras personas también consideraron la irrupción como una falta de respeto a las víctimas.

Cinco años después de la conmoción

Revuelo en España después de que un polémico excomisario vinculase a los servicios de Inteligencia con los atentados yihadistas de Barcelona

La secuencia de los atentados comenzó el 16 de agosto de 2017. Aquel día, el imán de la localidad de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, identificado como agente radicalizador del resto de jóvenes terroristas, murió en una explosión en una vivienda donde estaban preparando explosivos para realizar atentados en Barcelona. Ese incidente habría precipitado los hechos posteriores.

Un día después se produjo el atropello masivo en la Rambla de Barcelona y a continuación el asesinato de dos personas más mientras los miembros de la célula intentaban escapar de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Ocho terroristas murieron en la explosión anterior a los atentados y durante su intento de huida. Solo tres hombres fueron juzgados y condenados por estos hechos: Mohamed Houli y Driss Oikabir, sentenciados a 53 y 46 años de cárcel, y Ben Iazza, condenado a ocho años de prisión como colaborador.

Se especula sobre la relación que Es Satty habría mantenido con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según publicaron varios medios, después de ser encarcelado por delitos relacionados con las drogas entre 2010 y 2014. El CNI, por su parte, siempre ha negado que el imán fuese uno de sus confidentes.

La polémica resurgió el pasado enero, cuando el excomisario José Manuel Villarejo, durante uno de los múltiples juicios a los que se enfrenta, responsabilizó al CNI de los atentados al asegurar que se trató de "un error grave" de Félix Sanz Roldán, director del organismo en aquel momento "por calcular mal las cosas para darle un pequeño susto a Cataluña".