Un grupo de científicos españoles ha decidido ponerle nombre por primera vez en la historia a una ola de calor; Zoe, que azotó Europa en julio de este año con cifras de temperatura récord en todo el continente.
José María Martín Olalla, profesor asociado del departamento de física de la materia condensada de la Universidad de Sevilla y miembro del Proyecto proMETEO —impulsor de la iniciativa—, explica que este sistema de nombres y clasificación de las olas de calor es indispensable para concienciar al público y "prevenir los peligros de la exposición al calor", y destaca la necesidad de que sea adoptado por otras ciudades y gobiernos.
"Si se categorizan las olas de calor en función de sus consecuencias en la salud y se da nombre a aquellas que pueden suponer un mayor impacto, los ciudadanos y las administraciones podrán tomar medidas efectivas para protegerse frente a las altas temperaturas", explican en el sitio web del proyecto. "Se trata de una llamada de atención para alertar de este fenómeno meteorológico, al igual que se hace desde hace tiempo con los huracanes, tormentas y nevadas intensas".
La Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) define a las olas de calor como episodios de al menos tres días consecutivos durante los cuales los registros meteorológicos alcanzan una temperatura superior al 95 % de las máximas diarias promedio para los meses de julio y agosto entre 1971 y 2000.
En Sevilla, donde se lanzó el proyecto piloto, se cumplieron ampliamente estas condiciones, pues las temperaturas máximas llegaron hasta los 44 °C y superaron la barrera de los 40 °C en 19 ocasiones hasta el 23 de julio.
"Todos los veranos hay días en Sevilla con temperaturas por encima de este umbral. No es increíblemente raro", reconoció Olalla. "Lo que es increíblemente raro fue la cantidad de días por encima del umbral".
Si bien Sevilla fue de las ciudades más castigadas por la ola de calor en España, el resto no se quedó demasiado atrás. Julio de 2022 se convirtió en el mes más cálido en el país desde que se tienen registros, y la culpable directa de esto es Zoe. Las altas temperaturas sumadas a una severa sequía también han dado lugar a megaincendios que provocan estragos tanto a nivel medioambiental como económico.