El Comité de Política Monetaria del Banco Central de la República de Turquía (TCMB, por sus siglas en turco) ha decidido llevar a cabo un recorte del 1 % en los tipos de interés, pasando del 14 al 13 %, según un comunicado publicado este jueves en su página web.
La entidad tomó tal medida a pesar de que a principios de este mes los datos oficiales mostraron que la inflación en el país en julio fue del 79,6 %, lo que supone un nuevo máximo desde septiembre de 1998, cuando alcanzó el 80,4 %.
"Los efectos de debilitamiento de los riesgos geopolíticos en la actividad económica mundial continúan aumentando", reza el texto. "Las previsiones de crecimiento global para el próximo período se revisan a la baja y la recesión se evalúa cada vez más como un factor de riesgo inevitable", añade.
En este sentido, la institución explicó que la tendencia alcista en los precios al productor y al consumidor continúa a escala internacional. Además, están monitoreando de cerca los efectos de la alta inflación global sobre las expectativas de aumento de precios y los mercados financieros internacionales.
Desde el TCMB recordaron que los bancos centrales de las economías avanzadas hacen hincapié en que el aumento de la inflación puede durar más de lo previsto anteriormente, debido al aumento de los precios de la energía, los desequilibrios entre la oferta y la demanda y la rigidez en los mercados laborales.
"Creciente incertidumbre"
"La divergencia en los pasos de la política monetaria y las comunicaciones de los bancos centrales en las economías avanzadas continúan debido a sus diversas perspectivas económicas", señaló la entidad. "Se observa que los bancos centrales siguen sus esfuerzos para desarrollar nuevas medidas y herramientas de apoyo para hacer frente a la creciente incertidumbre en los mercados financieros", agregó.
Asimismo, aseguró que el TCMB seguirá utilizando todos los instrumentos disponibles "de manera decisiva" en el marco de la estrategia de liraización —que busca ampliar el uso de la moneda local, la lira turca— hasta que los indicadores apunten a una caída permanente de la inflación y se logre la meta a medio plazo del 5 %, buscando la estabilidad de precios, además de la estabilidad macroeconómica y financiera.
"Esto crearía una base viable para que la inversión, la producción y el empleo continúen creciendo de manera saludable y sostenible", subrayó el Banco Central turco. "El comité seguirá tomando sus decisiones en un marco transparente, predecible y basado en datos", concluyó.
"No vemos ninguna motivación económica detrás de la decisión y, en cambio, consideramos que las condiciones macroeconómicas justifican una fuerte subida", explicó, por su parte, la economista Selva Bahar Baziki, exdirectora de análisis macrofinanciero del TCMB. "El Banco Central, sin embargo, ha optado por la preferencia del liderazgo político de bajar las tasas de endeudamiento mientras se enfoca en el crecimiento", agregó.
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