El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) publicó este lunes un video que muestra en territorio de Rusia a la ciudadana ucraniana identificada como Natalia Vovk, sospechosa del asesinato de la periodista rusa Daria Dúguina, perpetrado el pasado sábado en la región de Moscú.
En las imágenes se puede ver cómo Vovk entra en territorio de Rusia, luego se muda al mismo bloque de pisos donde vivía la víctima y, tras el asesinato, abandona el país y huye a Estonia.
Concretamente, la grabación está dividida en cuatro partes: en la primera, la mujer pasa el control fronterizo en un Mini Cooper. En el asiento de copiloto parece encontrarse su hija de 12 años, que la acompañó durante su estancia en Rusia, según reveló anteriormente el FSB.
En la segunda parte, Vovk aparece grabada en el portal del edificio donde residía la víctima, al parecer a la espera de que se le abra la puerta. Según se descubrió durante la investigación, tras llegar el pasado 23 de julio a Rusia para organizar el asesinato, Vovk alquiló un apartamento en Moscú cerca del de Dúguina.
En la tercera, la sospechosa vuelve a aparecer, junto a la menor, en un control fronterizo, donde se les inspecciona el vehículo. El FSB precisó que Vovk huyó a Estonia a través de la región rusa de Pskov tras cometer el crimen, por lo que Moscú emitirá una orden de búsqueda en su contra para solicitar su extradición a Rusia.
Por último, en el video se adjuntan capturas de pantalla de imágenes de cámaras de control de carretera. En ellas aparece el Mini Cooper que conducía Vovk circulando por varias carreteras de Rusia. Sin embargo, aunque sea el mismo vehículo, la matrícula cambia según la localización. Según se informó previamente, para entrar a Rusia Vovk utilizó un automóvil con matrícula de la República Popular de Donetsk, ya en Moscú se la cambió por una matrícula de Kazajistán, y para huir del país usó el mismo vehículo, pero con una matrícula ucraniana.
El crimen
De acuerdo a los testigos de la explosión, que ocurrió a las 21:45 de la hora local, una fuerte deflagración sacudió el vehículo que conducía Dúguina, aunque pertenecía a su padre, en medio de la carretera, diseminando escombros por toda la zona. A continuación, el coche chocó contra una valla antes de quedar completamente engullido por las llamas, según se desprende de los videos y fotos del lugar de los hechos.
Posteriormente, el Comité de Investigación de Rusia informó que un artefacto explosivo con 400 gramos de TNT fue colocado en la parte inferior del coche, en el lado del conductor, y que Dúguina, que estaba al volante, falleció en el acto.
Se determinó que el explosivo fue detonado a distancia. Según precisó este lunes una fuente de las fuerzas del orden, es posible que los perpetradores hubieran estado siguiendo el automóvil y controlando sus desplazamientos.
Las versiones preliminares apuntaban a que los autores del atentado habrían querido acabar con la vida de Duguin, quien prácticamente presenció la explosión, a la vez que el jefe de la República Popular de Donetsk, Denís Pushilin, afirmó que detrás del ataque están "terroristas del régimen ucraniano" que intentaban matar al filósofo ruso.
La reacción del padre
Alexánder Duguin se pronunció dos días después del asesinato, afirmando que "los enemigos de Rusia" mataron a su hija "vilmente" y "a hurtadillas".
"Como todos saben, como resultado de un atentado llevado a cabo por el régimen nazi ucraniano, el 20 de agosto, cuando regresaba del festival 'Tradición' cerca de Moscú, mi hija Daria Dúguina fue brutalmente asesinada por una explosión frente a mis ojos", indicó el filósofo a través de un comunicado.
El hombre señaló que a pesar de que su hija fuera "una hermosa chica ortodoxa, patriota, corresponsal militar, experta en canales centrales y filósofa", ella nunca incitó a nadie "a la violación y la guerra".
Según Duguin, los autores del crimen pretendían "aplastar" la voluntad del pueblo ruso "con terror sangriento" dirigido contra "los mejores y más vulnerables". "Pero no lo conseguirán", aseguró, agregando que "nuestros corazones" no buscan "tan solo la venganza o la retribución", sino que tan solo necesitan "nuestra victoria". "En su altar mi hija puso su vida. ¡Así que ganen, por favor!", concluyó el filósofo.