La actividad en la economía del sector privado de la eurozona disminuye por segundo mes consecutivo, alcanzando el nivel más bajo en 18 meses y provocando temores de una recesión prolongada en Europa, en medio de una inflación récord y de la crisis energética, indica un informe de la compañía S&P Global.
La disminución de la actividad económica se atribuyó principalmente al sector manufacturero junto con una caída en la demanda en el sector del turismo. Al mismo tiempo, el informe destaca que la reducción de la economía de Francia y Alemania influyó en gran medida en la actividad comercial de la eurozona. El director económico de S&P Global Market Intelligence, Andrew Harker, advirtió que "el resto de 2022 parece ser un año de lucha para las empresas de toda la eurozona".
En julio el Banco Central Europeo anunció que subiría las tasas en 50 puntos básicos con el fin de "asegurar que la inflación regrese a su objetivo del 2% a medio plazo". Sin embargo, los datos actuales pueden obligar a la institución a incrementar las tasas una vez más en su próxima reunión en septiembre.