Científicos de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.) obtuvieron una nueva resina, adecuada para fabricar las enormes aspas de los aerogeneradores, que podría reciclarse en nuevas palas de turbina o en una variedad de productos para usos domésticos o industriales. Esto incluye desde micas para luces traseras de automóviles hasta lavamanos, pañales y aun bebidas y golosinas como los 'ositos de goma'. Los investigadores dieron a conocer sus resultados mediante un comunicado difundido este martes.
El especialista John Dorgan y sus colegas crearon el nuevo material al combinar fibras de vidrio con un polímero derivado de plantas y otro sintético. Los paneles hechos con esta resina termoplástica son lo suficientemente fuertes y duraderos como para usarse en turbinas. Luego fue posible disolver los paneles en sus monómeros constituyentes y retirar físicamente las fibras de vidrio. Esto les permitió a los investigadores refundir el material en nuevos productos del mismo tipo, con idénticas propiedades físicas que los originales.
"La belleza de nuestro sistema de resina es que al final de su ciclo de uso podemos disolverlo, y eso lo libera de cualquier matriz en la que se encuentre para que pueda usarse una y otra vez en un ciclo infinito. […] Ese es el objetivo de la economía circular", planteó Dorgan.
Posibles aplicaciones
Los investigadores comprobaron que la nueva resina puede tener una amplia variedad de aplicaciones a partir de su reciclaje. Así, al mezclarla con ciertos minerales obtuvieron una piedra sintética que pudieron utilizar para producir objetos de uso doméstico, como encimeras y fregaderos. "Recientemente hicimos un lavabo de baño", dijo Dorgan. También pudieron triturar y mezclar el material recuperado con otras resinas plásticas para fabricar artículos como fundas para portátiles y aun herramientas eléctricas.
El tratamiento de la resina termoplástica con una solución alcalina (de pH básico, como la sosa o la potasa cáustica) libera poli-metacrilato de metilo (PMMA), un material acrílico de uso común para ventanas, luces traseras de automóviles y muchos otros artículos. Y al elevar la temperatura del tratamiento, el PMMA se convirtió en poli-ácido metacrílico, un polímero súper absorbente que se usa en pañales.
Por otro lado, el tratamiento alcalino también produjo lactato de potasio, sustancia que se puede purificar y convertir en dulces y en bebidas para deportistas. "Recuperamos lactato de potasio de calidad alimentaria y lo usamos para hacer dulces de 'ositos de goma', que comí", detalló Dorgan.
En ese orden, dijo que no cree que las personas puedan sentir repulsión ante la idea de comer dulces hechos a partir de hélices recicladas. "Un átomo de carbono derivado de una planta, como el maíz o la hierba, no es diferente de un átomo de carbono procedente de un combustible fósil", alegó al explicar que todo es parte del ciclo general del carbono. "Hemos demostrado que podemos pasar de la biomasa procedente del campo a materiales plásticos duraderos y volver a los alimentos", afirmó.
Usos en la producción de energía eólica
La eólica es una forma de energía renovable cada vez más extendida. Sin embargo, debido al inmenso tamaño de las aspas hechas de fibra de vidrio, cuando llega el momento de reemplazarlas, su eliminación se convierte en un problema medioambiental. Y dado que la tendencia es a fabricar hélices cada vez más grandes con el fin de ganar en eficiencia, el problema apunta a agravarse en el futuro. Aunque algunas empresas han encontrado formas de reciclar la fibra de vidrio en materiales de menor valor, la mayoría de las aspas desechadas terminan en vertederos.
El equipo científico pretende fabricar algunas hélices de tamaño moderado para las pruebas de campo. "La limitación actual es que no hay suficiente bioplástico del que estamos usando para satisfacer este mercado, por lo que debe haber un volumen de producción considerable si queremos comenzar a fabricar turbinas eólicas con estos materiales", comentó Dorgan.