Nancy Davis, residente en Luisiana, fue informada, a las 10 semanas de embarazo, que su hijo tenía una afección llamada 'acrania' y no sobreviviría. Los médicos le recomendaron abortar. Sin embargo, debido a la ley que prohíbe el aborto en ese estado, ahora, con 16 semanas de embarazo, tendrá que realizar el procedimiento en otro estado, denunció en una conferencia de prensa este viernes, informa NBC News.
Esta rara malformación fetal, en la que el cráneo no se forma, está considerada una condición letal a la que el bebé no sobrevive más allá de la primera semana. "Básicamente dijeron que tenía que cargar a mi bebé para enterrarlo", expresó Davis. "Esto no es justo para mí y no debería pasarle a ninguna otra mujer". La mujer, madre de tres hijos, dijo que la próxima semana se someterá al procedimiento en otro estado.
La ley de Luisiana que declara ilegales los abortos entró en vigor después de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara, el 24 de junio, la vigencia del histórico caso Roe contra Wade de 1973. En esa ley, la misma instancia judicial reconocía que la Constitución del país protege la libertad para interrumpir el embarazo. El fallo puso fin a las garantías constitucionales que durante casi 50 años amparaban a las mujeres en EE.UU. para poder abortar. Desde entonces, la normativa ha sido impugnada por ser "inconstitucional" y "vaga", indica NBC News.
Durante la misma rueda de prensa, el abogado de Davis, Benjamin Crump, criticó a los legisladores estatales que aprobaron la polémica ley, argumentando que la prohibición pone en riesgo a su cliente. "La Sra. Davis se quedó sin atención médica para hacer lo que los médicos dijeron que era necesario hacer: interrumpir el embarazo", dijo. "Reemplazaron el cuidado con la confusión. La privacidad con la política. Las opciones con la ideología", puntualizó. El letrado agregó que la posición en la que se encuentra Davis es "inhumana".