Al menos 12 personas murieron y 270 resultaron heridas este lunes cuando las fuerzas de seguridad iraquíes reprimieron una manifestación en la Zona Verde de Bagdad, como se conoce a la zona más segura de dicha ciudad tras la invasión de Irak de 2003, informó AFP citando a los médicos en el lugar.
Las protestas ocurrieron luego de que el polémico e influyente clérigo iraquí Muqtada al Sadr anunció este lunes que se retira definitivamente de la escena política en Irak en medio de la complicada situación que sufre el país desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2021.
"Había decidido no intervenir en los asuntos políticos, pero ahora anuncio mi retirada definitiva y el cierre de todas las instituciones (políticas del Movimiento Sadrista)", declaró en su cuenta de Twitter.
En su declaración de renuncia, Al Sadr hizo referencia a la jubilación este domingo del líder espiritual chiíta, el ayatolá Kadhim al-Haeri, quien pidió a sus seguidores que apoyaran al ayatolá Alí Jamenei de Irán en su lugar. Según Al Sadr, la renuncia de al-Haeri "no fue por su propia voluntad", lo que aparentemente implica una influencia iraní encubierta.
Tras el anuncio, muchos de sus partidarios irrumpieron en el Palacio Republicano en Bagdad, sede del Gobierno de Irak. Se ha declarado un toque de queda a partir de las 19:00 (hora local) en todo el país.
Los manifestantes se valieron de cuerdas para derribar las barreras de cemento que conducían a las puertas del palacio.
En redes sociales también están circulando videos que muestran a los partidarios de Al Sadr bañándose en la piscina del palacio.
Además, se reporta que los manifestantes se enfrentaron con los partidarios de los grupos respaldados por Teherán y que se arrojaron piedras unos a otros fuera de la Zona Verde de Bagdad, que alberga ministerios y embajadas.
Por su parte, el Ejército iraquí pidió a los manifestantes que se retiraran de inmediato "para evitar enfrentamientos o el derramamiento de sangre", según un comunicado citado por AP.
"Las fuerzas de seguridad afirman su responsabilidad de proteger las instituciones gubernamentales, las misiones internacionales, las propiedades públicas y privadas", se señala en el comunicado.
Medios locales informaron que las fuerzas de seguridad iraquíes tomaron el control total del palacio tras el uso de gases lacrimógenos contra los manifestantes.
Además, el primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, se dirigió directamente al clérigo chií y le pidió que haga un llamado a los manifestantes en la capital para que desalojen los edificios gubernamentales.
Periodistas locales reportaron que los empleados de la embajada de EE.UU. han sido evacuados de la Zona Verde en helicóptero.
Sin embargo, un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. le dijo posteriormente a TASS que "estos informes son falsos".
A través de un comunicado, la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés) hizo un llamado a todos los manifestantes a abandonar inmediatamente la Zona Verde, desalojar todos los edificios gubernamentales y "permitir que el Gobierno continúe con sus responsabilidades de dirigir el Estado al servicio de los iraquíes".
Al Sadr, fuerte crítico a la influencia extranjera
El pasado 27 de agosto, el clérigo chií exigió que los partidos operativos en Irak desde 2003, incluido el Movimiento Sadrista, fueran excluidos del proceso político como una condición para superar la parálisis política que atraviesa el país árabe.
Al Sadr es un crítico de la influencia extranjera en Irak, y durante mucho tiempo ha buscado frenar la influencia de las milicias chiitas respaldadas por Irán en el país.
El año pasado, después de que su bloque político ganara 73 escaños de 329 en la legislatura iraquí, no logró formar parte del Gobierno debido a la oposición del Coordination Framework Alliance, un bloque chií aliado con Irán, y al propio deseo de Al Sadr de excluir a sus miembros de una posible coalición política.