El mayor banco de alimentos independiente del Reino Unido se enfrenta a un posible cierre debido al aumento en las facturas de energía, ya que el costo de funcionamiento de sus refrigeradores y congeladores se ha incrementado en 732 %.
Ray Barron-Woolford, cofundador de We Care Food Bank, dijo que el costo de refrigerar alimentos esenciales se disparó desde enero de 78,5 a 575 dólares por mes.
Durante la pandemia, el banco pasó de abastecer a 30 hogares a alimentar a 5.000 familias cada mes con comidas saludables. Y según Barron-Woolford, esta cifra podría aumentar a 10.000 o 20.000 durante el invierno, debido al alto costo de vida.
"Estamos desesperados por llegar a Navidad porque, psicológicamente, [nos aterra] la idea de cerrar antes y la miseria que causaría", le dijo al periódico MyLondon. "Vendería mi camisa si eso fuera la única forma de tener comida en la mesa para continuar hasta Navidad. Haré lo que sea necesario para llegar a Navidad", agregó.
We Care Food Bank, fundado en 2014, necesita recaudar antes de octubre los costos de funcionamiento de un año, pues de lo contrario se verá obligado a cerrar sus instalaciones.
La institución no es la única de su tipo que confronta problemas. Recientemente, más de 160 organizaciones similares escribieron al medio inglés The Guardian para advertir sobre un aumento "completamente insostenible" en la demanda de sus servicios, ya que la cantidad de personas que buscan ayuda de emergencia ha crecido "dramáticamente". Además, pronosticaron que 70 % de esos bancos de alimentos podrían verse obligados en este invierno a rechazar personas o reducir el tamaño de las raciones.
Según el último informe del British Retail Consortium, una asociación comercial de referencia para las empresas minoristas del Reino Unido, los precios en las tiendas de alimentos aumentaron 5,1 % el mes pasado, marcando un nuevo récord para la inflación de ese rubro desde 2005, lo que explicaría el creciente número de personas que recurren a estas instituciones caritativas.