El servidor que Samsung utiliza en EE.UU. fue hackeado a fines de julio, informó la empresa en un comunicado sobre seguridad publicado el 2 de septiembre. El 4 de agosto, después de una investigación interna con apoyo de una empresa de seguridad cibernética, Samsung determinó que datos personales de algunos usuarios resultaron comprometidos.
La fuga no incluyó información sobre tarjetas de débito o crédito. Sin embargo, entre el enorme volumen de datos comprometidos había nombres de usuarios norteamericanos, sus datos demográficos, contactos e información sobre registro de productos. "Notificamos a nuestros clientes para hacerles saber de esta situación", se dice en el comunicado.
Samsung sostiene que recolecta los datos personales para garantizar la mejor experiencia posible con respecto a sus productos y servicios. Para reducir las probabilidades de fuga de esa información, la empresa recomienda a sus clientes estar atentos a los mensajes y llamadas telefónicas no solicitadas.