La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó este viernes, citada por Reuters, que la política de Washington sobre la desnuclearización completa de la península coreana se mantiene sin cambios pese a que está al tanto de que Pionyang aprobó una ley que declara oficialmente a Corea del Norte como un Estado con armas nucleares.
Jean-Pierre subrayó que su país no tiene intenciones hostiles hacia Corea del Norte y que continúa buscando la diplomacia con el país.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, reafirmó la intención de su nación de no renunciar a su arsenal nuclear, asegurando que este nuevo estatus es "irreversible" y que no habrá negociaciones sobre una desnuclearización. Dicha legislación le permitiría usar sus capacidades nucleares de forma "automática" en caso de ser atacado su liderazgo.
Campaña de presión
Asimismo, Kim acusó a Estados Unidos de emprender una campaña de presión con duras sanciones contra su gobierno, para obligarlo a entregar su poder nuclear y despojarlo así de su derecho a defenderse. Al respecto, subrayó que su nación no se rendiría en su afán por defender sus intereses, incluso después de "100 años" de medidas restrictivas en su contra.
En esa línea, desde el Ministerio de Exteriores ruso manifestaron que Washignton y sus aliados motivan a Pionyang para reconsiderar su estatus nuclear.
Según palabras del director del primer departamento de Asia del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Georgui Zinóviev, en lugar de normalizar las relaciones y discutir con Corea del Norte sus garantías de seguridad, "Washington da pasos destinados a formar un bloque tripartito sobre la base de sus alianzas militar-políticas con Japón y Corea del Sur".