Las autoridades ucranianas han dejado de aceptar energía de la central nuclear de Zaporozhie, ubicada en la ciudad de Energodar, y así provocar que la planta quede fuera de servicio, declaró este sábado Vladímir Rógov, miembro del consejo principal de la nueva administración militar y civil de la región.
"El suministro de energía eléctrica de la central nuclear de Zaporozhie al territorio controlado por el régimen de Zelenski se detuvo", afirmó, detallando que aunque no llegue el subministro de electricidad a la zona, "hay posibilidades técnicas" de hacerlo. También indicó que la energía se está suministrando ahora a las provincias de Zaporozhie y de Jersón.
Rógov dijo a RIA Novosti que el lado ucraniano "trata deliberadamente de crear problemas de funcionamiento en la central nuclear" para que crezca "la presión sobre el reactor y así la turbina se desgaste". "Es una provocación deliberada para dejar fuera de servicio y detener la central nuclear", reiteró.
De acuerdo con sus palabras, solo una unidad de las seis que hay en la planta está funcionando actualmente y se usa solo entre el 12 % y el 15 % de su capacidad.
La ciudad de Energodar y la planta nuclear de Zaporozhie están bajo control ruso desde principios de marzo. Sin embargo, el pasado mes de agosto se intensificaron los ataques contra la región. Las autoridades locales y Rusia culparon a las tropas ucranianas de estas ofensivas. Según el Ministerio de Defensa ruso, el objetivo de Kiev es crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros y acusar a Rusia de terrorismo nuclear.
A su vez, la parte ucraniana acusó al Ejército ruso de los ataques y el agravamiento de la situación. Sin embargo, Moscú ha dejado claro que sus militares no tienen ningún motivo para bombardear la central nuclear. "¿Nos estamos disparando a nosotros mismos? Esto es una estupidez y no hay otra forma de decirlo", declaró el 7 de septiembre el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Según sus palabras, este tipo de acciones "no se arregla con el sentido común". Además, dijo que fragmentos de cohetes HIMARS y otras armas occidentales fueron encontrados en la zona.
Tras la intensificación de los ataques, el OIEA envió a finales de agosto una misión de apoyo y asistencia a la central de Zaporozhie para "proteger la seguridad de la mayor instalación nuclear de Ucrania y Europa". Luego, el organismo dio a conocer el informe sobre los resultados de su misión en la planta nuclear. Los inspectores detectaron daños físicos en la central y pidieron tomar medidas para evitar un accidente nuclear, pero no detallaron el origen de los bombardeos contra la planta.