"Vivimos tiempos difíciles [...] pero nos hemos preparado. Preparados, por ejemplo, a que Rusia corte en gran medida el suministro de gas", afirmó el canciller alemán, Olaf Scholz, en su programa 'Kanzler kompakt' publicado en la web del Gobierno federal.
El mandatario enumeró una serie de medidas adoptadas por su Gobierno que permitirán a Alemania hacer frente a la crisis energética. Entre ellas, la puesta en marcha de terminales de gas natural licuado en la costa norte de Alemania, el ahorro de gas y el uso de centrales de carbón. Scholz también mencionó la reactivación de las centrales nucleares alemanas a principios del próximo año.
"Hemos elaborado un amplio paquete de ayudas para apoyar a quienes no puedan afrontar fácilmente estos retos financieros", afirma el canciller. Antes, Alemania preparó unas líneas de ayuda por un valor de 65.000 millones de euros (alrededor de 64.350 millones de dólares) para apoyar a los ciudadanos alemanes ante el alza de los precios energéticos.
Sin embargo, no todos comparten el optimismo de Scholz. Los expertos del banco holandés ING Groep NV opinan que el paquete de ayuda no parará la caída económica. Klaus-Dieter Maubach, director ejecutivo del gigante energético alemán Uniper, tampoco cree que Alemania "se pueda recuperar en las próximas semanas, meses y años", y advierte que "lo peor todavía está por venir".
Además, el presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), Marcel Fratzscher, prevé una recesión profunda y duradera de la que no sobrevivirán muchas empresas, informa RND. "La recesión será inevitable. Ya estamos en un descenso", subrayó Fratzscher.