Un número creciente de ciudadanos griegos deben ahorrar en alimentos en medio del aumento de impuestos y los precios de la energía, según muestra una encuesta realizada este viernes por la Confederación General de Trabajadores Griegos y el Instituto del Trabajo.
Acorde al sondeo, el 71% de los trabajadores del sector privado afirma que la subida de precios registrada en el país ha supuesto una reducción en el consumo de alimentos básicos.
En ese sentido, casi la mitad de los consultados (47%) manifestaron que esperan un "invierno difícil" debido a que los costes energéticos continúan aumentando, mientras que uno de cada cinco adelantó que su situación económica no le permite en absoluto hacer frente a la crisis energética. Cabe destacar que el 80% de los participantes señaló que no hubo un aumento en su salario este año.
Los autores de la encuesta concluyeron que la economía y la sociedad griega, luego de años de austeridad, deben hacer frente a una nueva oleada de aumentos de los precios de los bienes básicos, y que el estancamiento de los ingresos pone en riesgo el poder adquisitivo de una gran parte de hogares y grupos sociales.
Asimismo, sugieren que la crisis del costo de vida que padece Grecia solo podría resolverse mediante la intervención del Gobierno, por ejemplo, aumentando el salario mínimo, reduciendo los impuestos sobre la energía y los alimentos y ejerciendo una mayor presión fiscal sobre las ganancias excesivas de las empresas energéticas.
En tanto, Europa atraviesa una crisis energética marcada por el aumento del precio del gas que comenzó tras la aplicación de sanciones contra Rusia y está causando un importante daño a su economía.