Los intermediarios europeos en las negociaciones sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas in inglés), Alemania, Francia y el Reino Unido, aprobaron este sábado el comunicado conjunto, en el que acusaron a Irán de no desear cumplir con sus obligaciones en virtud del pacto y que continúa desarrollando su programa nuclear.
Los tres países afirman que el último paquete de propuestas del Coordinador del JCPOA—que implicó el regreso tanto de Irán como EE.UU. a sus compromisos de conformidad con el trato nuclear— los llevó "al límite de su flexibilidad". "Desgraciadamente, Irán eligió no recurrir a esta oportunidad diplomática clave. En cambio, Irán sigue escalando su programa nuclear más allá de la justificación ciudadana verosímil", lamentan.
También declararon que las demandas de Teherán, vinculadas con las obligaciones según el Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) y el acuerdo de salvaguardias del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), "plantean serias dudas con respecto a las intenciones de Irán y el compromiso para un éxito del JCPOA". "La postura de Irán contradice sus obligaciones jurídicamente vinculantes y pone en peligro las perspectivas de revitalizar el JCPOA", destacaron en el comunicado.
Mientras tanto, Teherán reaccionó ante las acusaciones. El vocero de la Cancillería iraní, Nasser Kanani, dijo este sábado que el comunicado conjunto de los tres países está "mal concebido" y los acusó de solidaridad con Israel, cuya política tiene por objeto el "fracaso total" de las negociaciones. "Si tal enfoque sigue, serán responsables de las consecuencias", advirtió. Al mismo tiempo, Teherán dice estar dispuesto a negociar: "De demostrar voluntad política y renunciar a la presión externa, se podría llegar a un acuerdo más rápido".
El JCPOA, alcanzado en el 2015 por Irán, el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y la UE, determinó el levantamiento de una serie de sanciones contra la República Islámica a cambio de sus compromisos en materia nuclear y estrictos límites a sus actividades en ese ámbito. 3 años después, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, abandonó el tratado e impuso de nuevo sanciones económicas contra Teherán.