Cómo impactaría a EE.UU. y Europa un eventual corte de Rusia de sus suministros de crudo
Si Rusia deja de suministrar petróleo a Occidente, esto podría agravar la recesión en Europa, perjudicar la economía de EE.UU. y debilitar aún más los lazos transatlánticos, opinan economistas estadounidenses, recoge este domingo The Washington Post.
"Europa se sumergirá en una depresión si Rusia deja de suministrar energía y el precio del petróleo sube hasta 150 dólares por barril. Habrá [también] un posible impacto en EE.UU. que será malo", destacó Matthew Slaughter, economista del Colegio de Dartmouth. "Rusia pondrá fin a su exportación de petróleo antes de aplicarse el tope precios. Esto empujará la economía [estadounidense] a la recesión. Los precios de la gasolina se dispararán hasta los 5 dólares por galón [alrededor de 3,79 litros]. La economía [estadounidense] no podrá aguantar 5 dólares por galón, será abrumador", subrayó Mark Zandi, de Moody’s Analytics.
Una situación hipotética, en la que Rusia limite solo sus entregas de gas y no deje de suministrar crudo, aún podría ayudar a la economía estadounidense, mitigando la inflación y creando condiciones beneficiosas para las empresas norteamericanas que producen gas natural. "Si Europa cae en recesión, es obvio que la demanda del amplio abanico de productos disminuirá. Estamos en una situación tan perversa que puede ser positiva [para EE.UU.]", explicó Dean Baker, cofundador del Centro de Estudios Políticos y Económicos.
Mientras, en La Casa Blanca son optimistas acerca de la situación. Según uno de los funcionarios superiores que tuvo una conversación con The Washington Post de forma anónima, el Departamento del Tesoro estima el efecto negativo de la recesión en Europa y la economía de EE.UU. como "moderado y gestionable" porque el comercio con la UE constituye solo el 1% del PIB del país. No obstante, el agravamiento de la caída económica de Europa no es la única consecuencia del posible cese de entregas del petróleo ruso. La inflación en EE.UU. podría aumentar, mientras que la alianza entre Washington y los países europeos puede ser menoscabada.
El 2 de septiembre, los ministros de Economía del Grupo de los Siete (G7) acordaron imponer un tope de precios al petróleo procedente de Rusia. Mientras tanto el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró este miércoles que Rusia no suministraría sus recursos a otras naciones si esto contradice sus intereses económicos.