Alemania cruzó una "línea roja" al suministrar a Ucrania armas letales, usadas tanto contra los soldados rusos como contra los civiles, declaró el embajador de Rusia en Alemania, Serguéi Necháyev, en una entrevista con el diario Izvestia.
Además, condenó las acciones de las autoridades alemanas y agregó que los envíos del armamento a Ucrania son "un camino a ninguna parte", ya que prolongan el conflicto y aumentan el número de víctimas.
"El mismo hecho de suministrar al régimen ucraniano armas letales de fabricación alemana —que se utilizan no solo contra el personal militar ruso, sino también contra la población civil de Donbass—, es una 'línea roja' que las autoridades alemanas no deberían haber cruzado, teniendo en cuenta la responsabilidad moral e histórica de Alemania ante el pueblo [ruso] por los crímenes del nazismo durante la Gran Guerra Patria", sostuvo el diplomático. Sin embargo, "el Rubicón fue cruzado", agregó.
En cuanto a las sanciones, la retórica oficial alemana sigue siendo "agresivamente antirrusa", y "las voces individuales que apelan a la razón" son ignoradas, señaló Necháyev. Alemania "sigue siendo uno de los iniciadores de la presión de las sanciones sobre nuestro país", subrayó.
El diplomático también comentó las protestas contra las sanciones antirrusas y los suministros de armas a Ucrania que tuvieron lugar en diferentes ciudades de Alemania. Afirmó que la indignación pública provocada por la inflación y el crecimiento de precios de la energía, eran el resultado de las sanciones occidentales, y no por culpa de la "mano de Kremlin". Mientras tanto, los paquetes de ayuda a la población son, según el embajador, "una respuesta gubernamental forzada a los resultados de la política económica y energética miope del Occidente colectivo", y hasta ahora no es cierto si esas medidas ayuden a Alemania a resolver los problemas socioeconómicos o no.
"Este enfoque es inaceptable"
En la entrevista el embajador también abordó el tema de los suministros del gas ruso a Alemania y reveló las perspectivas de la cooperación entre los países en este ámbito. Refiriéndose a expertos alemanes, subrayó que era poco probable que Berlín pudiera reemplazar el gas natural ruso con el gas natural licuado de otros países a corto plazo.
El diplomático enfatizó que el problema no es Rusia, ya que el país está listo para lanzar el gasoducto Nord Stream 2 en cualquier momento, y que falta solo "la voluntad política de los dirigentes de Alemania". Necháyev agregó que, tratando de resolver la crisis energética, los europeos quieren eliminar las leyes del mercado, introduciendo un tope de precio.
Al mismo tiempo, el embajador señaló que la compañía Siemens, que ofrece mantenimiento al gasoducto Nord Stream, envió la turbina del gasoducto a Alemania en vez de Rusia, violando el contrato. En este sentido, declaró que para Moscú "este enfoque es inaceptable".