El aumento muertes de migrantes por ahogamiento en el río Bravo, en su trayectoria hacia EE.UU., ha provocado que se desborden las funerarias en la ciudad fronteriza de Eagle Pass, en Texas, obligando al Departamento de Bomberos local a solicitar frigoríficos para almacenar los cadáveres.
"Se están recuperando tantos cuerpos que las funerarias están pidiendo ayuda", afirmó Manuel Mello, jefe de Bomberos de Eagle Pass, a Fox News. "Nunca había visto tantos ahogamientos", añadió.
La unidad de Manejo de Emergencias de Eagle Pass, ciudad ubicada en el condado de Maverick, está en proceso de autorizar la petición realizada por una funeraria local de un camión refrigerador. Este pedido fue realizado debido a la "gran cantidad de muertes y la gran carga de trabajo del médico forense", confirmó Mello a The Washington Times.
Mello explicó que cuando se unió al cuerpo de bomberos, hace 25 años, localizaban alrededor de una docena de cadáveres al año, mientras que ahora la media asciende a 30 al mes.
Los fallecimientos se incrementan a medida que aumenta el flujo de migrantes que intentan cruzar el río Bravo (también conocido como río Grande) como último paso para llegar a EE.UU. Además, el cambio de perfil en los últimos años, de varones adultos a familias completas, ha provocado que los ahogamientos de niños y bebés también aumenten.
"Hemos estado viendo muchos más niños ahogándose, no como en años anteriores. He estado aquí 30 años. De vez en cuando, veías a un niño ahogándose. Eran en su mayoría migrantes varones los que cruzaban el río", detalló Mello. "Ahora vemos gente de todas las edades. Es simplemente abrumador, porque verás mujeres embarazadas [...] Tuvimos un cruce familiar y perdieron a sus hijos", explicó.
Los cuerpos de los migrantes que no pueden ser identificados se acaban enterrando en la parte trasera de un cementerio de la ciudad. Antes se les toman las huellas dactilares, con la esperanza de que puedan ser identificados en un futuro.
Desde octubre de 2021 se ha registrado la entrada de 376.000 migrantes en el sector de Del Río en la frontera sur de país, lo que supone un promedio de casi 1.100 al día, según Aduanas y Protección Fronteriza. A lo largo de toda la frontera, la cifra se acerca a los dos millones en los últimos 11 meses. De ellos, más de 126.000 son menores no acompañados.