El funeral de Estado por la difunta reina británica Isabel II se celebrará el próximo 19 de septiembre a las 11 de la mañana (hora local) en la abadía de Westminster, en Londres. Se espera la presencia de varios líderes mundiales, entre ellos el presidente de EE.UU., Joe Biden, y representantes de casas reales. Sin embargo, delegaciones de varios países no fueron invitadas al sepelio.
Así, el Reino Unido no ha invitado a representantes de Rusia, Bielorrusia y Myanmar a asistir al funeral, reporta Reuters, remitiéndose a una fuente familiarizada con el asunto. Eso a pesar de que el presidente ruso, Vladímir Putin, expresó sus condolencias al nuevo rey Carlos III por la muerte de su madre apenas varias horas después del fallecimiento.
"Los acontecimientos más importantes de la historia reciente del Reino Unido están indisolublemente ligados al nombre de Su Majestad. A lo largo de muchas décadas, Isabel II disfrutó legítimamente del amor y el respeto de sus súbditos, así como de su autoridad en la escena mundial", indicó Putin. Asimismo, el presidente ruso deseó al nuevo monarca "valor y fortaleza ante su gran e irreparable pérdida" y pidió trasmitir su "sincero pésame y apoyo" a los miembros de la familia real y a todo el pueblo británico.
Por su parte, Politico informó, citando a un funcionario del Parlamento británico, que el presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, denegó a la delegación de Сhina el acceso al Palacio de Westminster de Londres, donde se halla la capilla ardiente de Isabel II.
El medio apunta a la posibilidad de que los miembros de la delegación china estén presentes en la abadía de Westminster para el funeral de la reina, pese a que no se les permita entrar a Westminster Hall, donde se expone el féretro.
Isabel II falleció el pasado jueves a la edad de 96 años tras permanecer en el trono durante 70 años y 7 meses, convirtiéndose en la segunda monarca del mundo con un reinado más largo. Tras su muerte, Carlos III heredó el trono y el pasado sábado fue proclamado el nuevo rey.