El bótox y los rellenos ya no es un asunto de las personas de mediana edad. En la era de la perfección digital cada vez más jóvenes recurren a los tratamientos estéticos no invasivos, recoge Independent.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad del Reino Unido, un total de 41.000 tratamientos de bótox se realizaron a menores de 18 años en 2020, un año antes de que se prohibiera su uso y el de otros rellenos en los menores de edad.
Entre los tratamientos más populares en los veinteañeros figuran el botox preventivo y los rellenos dérmicos de ácido hialurónico que se aplican para rellenar las arrugas y las líneas de expresión, además de acentuar diversas partes del rostro.
Expertos advierten que la popularidad de estos retoques estéticos evidencia una crisis de autoestima en los jóvenes que crecen viendo imágenes corporales poco realistas y ejemplos de belleza idealizada en las redes sociales.
"Yo sería muy prudente a la hora de tratar a cualquier persona menor de 25 años por motivos estéticos", comentó Tamara Griffiths, de la Asociación Británica de Dermatólogos, señalando que los jóvenes "a veces pueden ser vulnerables en términos de expectativas poco realistas, presiones de los medios sociales y grupos de pares, además de [experimentar] ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental".
Según un estudio de la marca de productos para el cuidado corporal WooWoo, una de cada diez mujeres británicas decía "odiar todo lo relacionado con su cuerpo", mientras que más de un tercio afirmaba que la presión sobre su fugura procedía de las redes sociales.
Paralelamente, los expertos advierten que muchos de los cosmetólogos no tienen licencia para ejercer su profesión y buscan cursos cortos, ofreciendo procedimientos asequibles a personas con recursos reducidos, lo que lleva a que actualmente los tratamientos se ofrezcan en peluquerías, salones de manicura o incluso en estudios de bronceado.