Las razones que impiden que las autoridades de Alemania aumenten las entregas de armamento pesado a Ucrania tienen que ver con una "barrera psicológica" vinculada a su pasado nazi, opina el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski.
"La cuestión de los vehículos blindados y los tanques de Alemania dan una sensación de que la maquinaria alemana está en territorio de Ucrania", algo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, comentó el mandatario ucraniano en una reciente entrevista con Reuters.
Debido a un pacto que implica a las autoridades germanas, Kiev está a punto de recibir 40 equipos blindados de fabricación soviética desde Grecia. Según informa The Berlin Spectator, los griegos entregarán este número de vehículos de combate de infantería anfibios BMP-1 y a cambio esperan recibir sus análogos más modernos Marder, de fabricación alemana. Al menos por ahora, sostiene el medio, el Gobierno del canciller Olaf Scholz no se arriesga a enviar directamente blindados occidentales, como los tanques Leopard II que pide Kiev.
Las demandas de suministrar tanques a Kiev fueron rechazadas el lunes pasado por la ministra de Defensa germana, Christine Lambrecht. "Ningún país ha entregado vehículos de combate de infantería o tanques de combate principales construidos en Occidente hasta ahora", dijo a los medios. Aseguró también que "Alemania no tomará tales medidas unilateralmente", lo que es una postura acordada con los socios.
No obstante, el embajador ruso en Berlín, Sergey Necháyev, opinó la semana pasada que Alemania ya había cruzado una "línea roja" con sus entregas. "El mismo hecho de suministrar al régimen ucraniano armas letales de fabricación alemana, que se utilizan no solo contra el personal militar ruso, sino también contra la población civil de Donbass, es una 'línea roja' que las autoridades alemanas no deberían haber cruzado", afirmó el diplomático. Mucho menos "teniendo en cuenta la responsabilidad moral e histórica de Alemania ante nuestro pueblo por los crímenes del nazismo durante la Gran Guerra Patria", agregó.