El Gobierno estadounidense estaría renovando los esfuerzos para clausurar la prisión en Guantánamo, señalando que no va a interferir en las negociaciones sobre posibles acuerdos de culpabilidad que podrían completar el largo proceso de enjuiciamiento de los presuntos culpables de los atentados del 11-S.
Fuentes cercanas al asunto, citadas por The Wall Stret Journal, afirmaron que el presidente Joe Biden está dando pasos cautelosos para cumplir su promesa de campaña de cerrar la cárcel, tras mantenerse inactivo sobre el tema el primer año de su plazo para evitar controversias políticas.
El medio señala que la Administración Biden ha nombrado a una alta diplomática del Departamento de Estado, Tina Kaidanow, como representante especial para supervisar los asuntos de la cárcel de Guantánamo.
Se indica que el mandatario está tratando de conseguir un consenso político sobre el tema para prevenir una reacción del Congreso que pueda obstaculizar el cierre, tal como ocurrió en 2010 durante el período de Barack Obama al vetarse el traslado de prisioneros a EE.UU.
El centro de detenciones en la base naval de EE.UU. en Cuba se abrió en enero de 2002, durante la presidencia de George W. Bush, a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre del año anterior y la invasión de Afganistán. En el lugar se interrogaba y mantenía reclusos a sospechosos de mantener lazos con el movimiento terrorista Al Qaeda o los talibanes*.
Casi 800 personas han pasado por este lugar. Centenares fueron repatriados o enviados a terceros países bajo los gobiernos de Bush y Obama en medio de una polémica causada por las denuncias de torturas dentro de la instalación. Actualmente quedan 36 detenidos, algunos sin siquiera haberse presentado cargos, y otros que han pasado dos décadas en la cárcel.
La semana pasada, en el 21.º aniversario de los ataques, se confirmó que fiscales militares de EE.UU. y los abogados de cinco acusados de ayudar a planificar y colaborar los atentados del 11-S están negociando posibles acuerdos de culpabilidad para evitar la pena de muerte.
El presunto autor intelectual del ataque terrorista, Khalid Sheikh Mohammed, así como otros cuatro conspiradores, Ramzi bin al Shibh, Mustafa Ahmed al Hawsawi, Walid bin Attash y Ammar al Baluchi, se encuentran bajo custodia en Guantánamo desde 2006. Según sus abogados, están dispuestos a declararse culpables a cambio de la abolición de la pena de muerte y de tratamiento médico por las torturas que sufrieron a manos de la CIA.
* El movimiento talibán, designado como "organización terrorista" por el Consejo de Seguridad de la ONU, está declarado como grupo terrorista y prohibido en Rusia.