Un mensaje de Víktor But para el presidente de EE. UU.
A continuación le presentamos la versión completa de la entrevista de But.
Víktor, muchas gracias por esta entrevista telefónica, quisiera empezar con la siguiente pregunta: Ha sido condenado a un cuarto de siglo tras las rejas. ¿Cómo se siente?
Ante todo, ellos pueden encarcelar tu cuerpo físico pero no pueden encarcelar tu espíritu. Tu espíritu está libre. Usted entiende qué es la libertad: es imposible deprimirte, ponerte de rodillas, sumergirte en inquietudes. No he cometido nada para recibir este castigo. Me acusan de crímenes que nunca fueron cometidos, a menos que el Gobierno de EE. UU. los inventara, etiquetara como conspiración, promoviera la idea de una intención de matar a los estadounidenses que como una varita mágica influyó a los jueces de hecho.
El juicio se pareció mucho al Tribunal Supremo de la Inquisición medieval, donde te ves obligado a confesar que has hecho unas cosas muy malas. Entiendo la realidad y trato de hacer entender a mis amigos, parientes y a los rusos que lo que pasa conmigo es un caso puramente político.
Usted le pide a la Duma Estatal de Rusia que presente una demanda en su nombre contra EE. UU. y Tailandia. ¿Qué espera desde el punto de vista jurídico y político?
Desde el punto de vista jurídico creo que no soy la mejor persona para contestar. Los juristas lo sabrán mejor. No soy experto en ley estadounidense. Todo lo que permite la ley, lo vamos a hacer. Pero casi no tengo esperanzas porque el sistema funciona así: cuando ya te sentenciaran los jueces, ningún juez, incluso el Tribunal Supremo, lo suspenderá. No van a reconsiderar esta decisión porque esto significaría que los jueces de hecho cometieron un error.
Sabemos que usted está a punto de ser trasladado a una prisión en Colorado. Teniendo en cuenta que sus abogados y su familia están en Nueva York, ¿le afectará mucho este traslado?
Es otra decisión discutible del juez. Nunca he estado en Estados Unidos. No tengo una familia aquí, excepto mi mujer que viene a visitarme. Mis abogados están instalados en Nueva York. Están intentando ponerme en la cárcel de fama más triste, que está en las montañas, escondida por debajo de la tierra, para que nunca más pueda ver la luz del día, como un castigo adicional, como una oportunidad de crear más obstáculos para preparar una apelación apropiada, como un tipo de revancha por decir públicamente que me están hostigando durante un año y medio sin justificación alguna. La Agencia de Prisiones está realizando todos los trucos que puede hacer.
Víktor, después de saber el 5 de abril en la corte que le habían sentenciado, se dirigió a los agentes de la D.E.A. (agencia antidrogas estadounidense) que han testimoniado en su contra y ha dicho: "Dios sabe la verdad, ustedes saben la verdad". ¿Cuál es su mensaje de hoy a los oficiales estadounidenses o incluso al presidente de EE. UU.?
Pues, tengo un mensaje para el presidente de EE. UU. Si sigue usando la D.E.A., la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas, y si ellos siguen inventando crímenes, esto no ayudará de ningún modo a los EE. UU. a resolver el problema de las guerras de droga que tienen por todas partes.
En vez de centrarse en problemas reales y resolverlos, simplemente están inventando crímenes porque, miren, no hay ningún riesgo para ellos en utilizar a alguien que no se oculta, en provocarle y hacer todo tipo de trucos sucios, en vez de resolver el problema real con los cárteles de la droga reales.
Y eso también es la hipocresía de la Administración actual. Si me han sentenciado a 25 años, son sus estándares dobles. No quieren ir y sentenciar a todos los traficantes de fusiles en EE. UU. que venden armas que terminan en México y con estas armas matan a los mismos ciudadanos estadounidenses en México.
Informaban que usted sabía que la gente con la que estaba negociando eran agentes encubiertos o, al menos, no eran verdaderos miembros de las FARC. ¿Es así?
No pienso que ahora podamos realmente hablar sobre estos detalles. No recuerdo que dijéramos que yo sabía que negociaba con agentes encubiertos. Dijimos que yo no estaba seguro de quiénes eran. Yo les veía como una gente muy rara, su manera de comportarse, de hablar me dio a entender de inmediato que no tenían absolutamente nada que ver con la gente de las FARC.
Le tacharon de 'mercader de la muerte', 'señor de la guerra’. ¿Cree usted que estos apodos afectaron a su caso más de lo que debían?
Desde luego. Esta es la cosa. Primero, usted crea un mito y luego la gente viene a leer todos estos artículos que, creo, no han publicado ni un solo hecho real. Ellos llevaron a dos pilotos que confirmaron que sí, mi compañía estaba involucrada en el transporte de armas, pero eso fue un contrato legítimo con un Gobierno legítimo de Ruanda y ellos volaban, respectivamente, conforme al contrato, con todas las formalidades cumplidas debidamente.
De todos los empresarios a los que las autoridades pudieron acosar, ¿Por qué piensa que fue usted el elegido?
A ellos no les importa a quién van a atrapar, porque mientras puedan alimentar con cualquier mentira y mito a los medios mainstream y a la población, les dará igual a quién capturar.
Sabemos que usted ha visto la película que supuestamente realizaron basándose en su vida, interpretada por Nicolas Cage como protagonista, ¿Qué le pareció su actuación?
Lamento que haya participado en ella, porque es una película bastante mediocre, tiene un guión muy pobre. No me pareció un film interesante para ver, ni representó adecuadamente el problema que tiene África.
Víktor, ¿Si usted hubiera sabido que tendría que cumplir la sentencia de 25 años tras las rejas, habría hecho algo o actuado de otra manera?
No tengo ningún remordimiento porque no hice nada malo en mi vida.
Si ahora fuera una persona libre, ¿qué estaría haciendo, tendría ganas de cambiar alguna cosa de su vida para empezar algo nuevo?
Pues, claro. Llevo ya cuatro años encarcelado por el tío Sam, estoy completamente arruinado, no me queda casi nada de dinero. No solamente cerraron mis empresas, ellos ejecutaron la orden para requisar mis cuentas, sin dar ninguna oportunidad para explicarlo, para argumentarlo, ellos sólo dijeron que congelaban 6 mil millones de dólares. Y yo entonces le pregunto al presidente de EE. UU., demuestre la evidencia de que en algún momento de mi vida tuve seis mil millones de dólares, por lo menos así sabré de dónde obtener el dinero con el que poder pagar a mis abogados. Estas historias siempre son las mismas historias de engaño y decepción, es igual que la historia de las armas de extinción masiva en Irak. Fue Goebbels quien dijo que una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad, es una receta que está al servicio de esta Administración.
Algunos de los que vigilaron su caso, los críticos, dicen que este proceso tiene un fuerte matiz antirruso. ¿Usted cree que esta afirmación es verdad, o simplemente se trata de Usted contra el Gobierno de EE. UU.?
Claro que tiene carácter antirruso. Acuérdese de lo que pasó en Tailandia durante el proceso de extradición, cuando el tribunal criminal de Bangkok rechazó la extradición. Entonces ellos ejercieron una enorme presión sobre las autoridades tailandesas y me compraron, no fui extraditado. Y seguimos teniendo pendiente el procedimiento legal en Tailandia, porque presentamos nuestra apelación y no fue terminado debido a la intervención de otras personas, además de una gran presión, numerosas llamadas del embajador tailandés, el embajador norteamericano quien estaba presionando al Gobierno y al final el Gobierno decidió transferirme a la parte norteamericana.
Como usted ha dicho sus papeles que se encuentran en Tailandia ¿Permanecerán para siempre en una estantería. O existe alguna posibilidad de que finalmente las autoridades tailandesas tomen alguna decisión?
Es un asunto político, si el Gobierno tailandés tiene alguna voluntad política de demostrar que en verdad tienen una justicia real y no una burla, y que no son una colonia de EE. UU., tendrán que hacerlo.
Durante los últimos años se han dado a conocer varias informaciones que aseguraban que el propio FBI fomentaba la fabricación de algunos casos, incluso el traer a ciudadanos extranjeros a territorio de EE. UU. ¿Cree usted que en el futuro vamos a ver con mayor frecuencia nuevos episodios que repitan estas prácticas?
Claro, yo examiné todos los crímenes inventados por el FBI y la D.E.A., para ellos es un asunto habitual. Alguien fue detenido por el intento de enviar una aeronave llena de explosivos al edifico de El Pentágono, el otro fue pillado in fraganti por los propios agentes que le rogaban que acudiera a una sinagoga y la hiciera saltar por los aires. Ellos buscan a aquellas personas que están desesperadas, que necesitan dinero. En vez de garantizar realmente la seguridad del país, ellos primero planifican y realizan los crímenes y después reclaman que han prevenido esos crímenes, que todo se trata de una guerra contra el terror y resulta que no se puede combatir el terror porque no es una persona, no es un Estado.
Usted está cumpliendo una condena de 25 años, pero anteriormente ha mencionado que cree que será liberado anticipadamente y que podrá volver a Rusia mucho antes. ¿Cómo piensa usted que podrá suceder tal situación?
Porque es una caso puramente político. Creo que en Rusia la gente, en general, entiende la verdad pese a las acciones de EE. UU. En realidad mi proceso demuestra el rostro real del sistema judicial estadounidense y la condición real de que EE. UU., se aproxima a un estado policial que no está muy lejos de representar una dictadura.
El juicio sobre el caso de Víktor But se celebró el 5 de abril de 2012. Según los abogados del ruso, de él se exigió solo la confesión de su culpa sin escuchar argumentos en su defensa y “los doce jurados estaban desde el principio predispuestos en favor del veredicto de culpabilidad ya que a ellos les inspiraba una idea clave: la presunta intención del acusado de "asesinar a los estadounidenses". En aquel entonces Víktor But declaró: “No me siento culpable. No entiendo por qué me castigan". Declaró que no esperaba cambios en la sentencia después de la apelación.
El Ministerio de Exteriores ruso criticó duramente la condena, calificando el caso de But de “infundado, contratado y de encargo político". Moscú prometió tomar todas las medidas para que But regrese a Rusia.
El 'mercader de la muerte', como los medios estadounidenses a menudo llaman a Víktor But, fue encarcelado en Tailandia en 2008 tras un encuentro con agentes de EE. UU. que se hicieron pasar por integrantes de las FARC. En Tailandia consideraron insuficientes las pruebas presentadas por la parte norteamericana y se negaron a cumplir la solicitud de extradición. Sin embargo, la presión por parte de EE. UU. y la multitud de acusaciones contra el ciudadano ruso tuvieron su efecto. El 20 de agosto de 2010 un tribunal tailandés sancionó la entrega del empresario a la justicia estadounidense.
"Se trata de una decisión, desde mi punto de vista, no jurídica sino política. Según la información que tenemos, esta decisión se tomó bajo una fuerte presión desde el exterior", dijo entonces el canciller ruso, Serguéi Lavrov.