Los riesgos de recesión en la zona euro alcanzaron su máximo nivel desde julio de 2020, a la luz de la reducción del consumo energético que puede causar el descenso económico, suponen los economistas encuestados por Bloomberg.
Los expertos evalúan en un 80% las probabilidades de recesión en la eurozona para el 2023 y esperan que la caída en Alemania tenga lugar durante el tercer trimestre de este año, por la gran contracción en las entregas de gas ruso al país europeo. Los hogares y negocios se ven obligados a disminuir su gasto de energía en un intento de combatir el aumento de la inflación.
En cuanto al proceso inflacionario, los economistas estiman que alcance el 9,6%, es decir, casi cinco veces más de lo que espera el Banco Central Europeo (BCE) para el año próximo. Es poco probable que la tasa del 2%, pronosticada por el BCE como valor meta, se logre antes de 2024. Debido a esto, más de la mitad de los expertos encuestados opinan que el BCE tendrá que subir su principal tipo de interés en unos 75 puntos básicos después de su sesión en octubre.
Los funcionarios del BCE también muestran su inquietud acerca de los índices macroeconómicos de la zona euro. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, mostró determinación para contener la inflación. Asimismo, la semana pasada, el economista jefe del BCE, Philip Lane, constató que el aumento del principal tipo de interés que tuvo lugar en septiembre es "apropiado", pero en adelante la institución financiera tiene previsto suavizar su política monetaria.