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Teherán convoca a los embajadores de Noruega y Reino Unido en medio de las protestas en Irán
La República Islámica acusa a los países europeos de apoyo "hostil" e "intervencionista" a los disturbios desatados por la muerte de Mahsa Amini.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán convocó este sábado a los embajadores de Reino Unido y Noruega en medio de las protestas antigubernamentales que vive el país tras la muerte de la joven Mahsa Amini, quien falleció poco después de haber sido detenida por la llamada 'Policía de la moralidad' al llevar su hiyab incorrectamente.
De acuerdo con la agencia oficial de noticias IRNA, se le ha pedido al diplomático británico Simon Shercliff explicar las "informaciones hostiles" de los medios de comunicación en idioma persa con sede en Londres contra Teherán.
En concreto, la queja se refiere a los canales satelitales, Manoto TV, BBC Persian e Iran International TV. Según este último, la cancillería iraní le manifestó a Shercliff que, a través de esos servicios de noticias, Reino Unido estaba interfiriendo en los asuntos de la nación y era considerada una acción contra su soberanía. En los últimos días, la "incitación a la violencia y la propagación de disturbios" han estado en la parte más alta de la agenda de estos medios, subrayó el Ministerio.
Entre tanto, el embajador noruego, Sigvald Hauge, es cuestionado por la supuesta postura "intervencionista" del presidente del Parlamento de su país, Masud Gharahkhani —de origen iraní— sobre los recientes disturbios en la República Islámica.
Esta semana, Gharahkhani publicó un video en Twitter respaldando las protestas. "En las calles de Irán, los jóvenes claman justicia. Sueñan con la misma libertad y democracia que tengo en mi país, Noruega", escribió este martes el político en la red social. Teherán calificó sus comentarios de "prejuiciosos" y "poco realistas", e indicó que sus palabras eran "poco constructivas" y también serían consideradas una intromisión en sus asuntos, recoge IRNA.
Las manifestaciones por la muerte de Amini estallaron el pasado 17 de septiembre y se han extendido a decenas de ciudades y pueblos de todo el territorio iraní. La televisión estatal anunció este sábado que al menos 41 personas —entre manifestantes y policías— han muerto. La agencia Associated Press, en base a declaraciones oficiales, informa de al menos 13 fallecidos y más de 1.200 manifestantes.
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