La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el lunes redujo su pronóstico de crecimiento económico mundial para 2023 y advirtió que muchos países europeos podrían enfrentar una recesión el próximo año.
Según las proyecciones, el crecimiento global pasará de un "modesto" 3 % este año a un 2,2 % en 2023, desacelerándose aún más. Además, se estima que el producto interno bruto (PIB) mundial se contraiga en al menos 2,8 billones de dólares para el año que viene.
Dado que en muchos países las empresas enfrentan mayores costos de energía, transporte y mano de obra, la inflación está alcanzando los niveles más altos desde la década de 1980.
Se prevé que para el 2023, el crecimiento anual del PIB se reduzca aproximadamente al 0,5 % en EE.UU. y al 0,25 % en la zona euro. Mientras que el de China también se ha visto afectado y se espera que disminuya a un 3,2 % este año.
Riesgos adicionales
La OCDE advierte que los precios de los alimentos y de la energía pueden aumentar aún más, generando la caída de muchas personas en la pobreza y la escasez de gas en invierno.
Estas sacudidas podrían reducir la expansión de las economías europeas en más de 1,25 puntos porcentuales y producir un aumento inflacionario mayor a los 1,5 puntos porcentuales. "Esto empujaría a muchos países a la recesión durante todo el 2023, mientras que el crecimiento del PIB también se debilitaría en 2024", señala el organismo.
Concretamente, se pronostica que Alemania entre en recesión el próximo año y que su PIB se contraiga un 0,7 %.
¿A quién culpar?
Según la OCDE, la economía mundial perdió impulso después del inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania.
De acuerdo con el secretario general de la organización, Mathias Cormann, la presión inflacionaria, que ya se sentía cuando la economía mundial se recuperaba de la pandemia, se vio seriamente reforzada por el conflicto entre ambos países. "Esto aumentó aún más los precios de la energía y los alimentos, que ahora ponen en riesgo el nivel de vida de la gente en todo el mundo", sostuvo.
La política china de 'cero covid' también podría llevar a la contracción.
"La fiebre sancionadora"
A principios de septiembre, el mandatario ruso Vladímir Putin destacó que, tras la pandemia de covid-19, llegaron nuevos retos de carácter global como "la fiebre sancionadora de Occidente", en el contexto de la cual países europeos toman decisiones "arriesgadas" tanto desde el punto de vista de la seguridad mundial y política, como de la economía, contradiciendo los intereses de sus pueblos.
Así, según el líder ruso son las restricciones occidentales las que provocan procesos que causan preocupación en todo el mundo.