El presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonés, propuso al Ejecutivo central un "acuerdo de claridad democrática" para realizar un referéndum de independencia en Cataluña como en Canadá.
"Quiero defender ante el Estado un Acuerdo de Claridad. Y quiero hacerlo recogiendo el mayor apoyo y la máxima complicidad de la sociedad catalana", dijo Aragonés en su discurso de apertura del Debate de Política General en la Cámara Catalana.
Asimismo, reiteró la importancia de la implicación de todos los catalanes para lograr "una resolución del conflicto político" y definir "cuándo y cómo Cataluña podrá ejercer su derecho a decidir como han hecho Canadá y Quebec".
"La vía más rápida y eficaz"
Aragonés subrayó que "cuanto mayor sea el apoyo, cuanto mayor sea el consenso" tendrán "más fuerza para defender la posición de Cataluña ante el Estado". "Esta es la vía más rápida y eficaz para volver a votar", añadió.
"Solo la legitimidad de un referéndum acordado puede sustituir al 1 de octubre", destacó a cuatro días del quinto aniversario de la celebración de referéndum de autodeterminación ilegal en Cataluña, que culminó con la proclamación de manera unilateral la independencia.
La respuesta del Gobierno español llegó a través de una rueda de prensa de la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, quien aseveró que no comparten las "pretensiones de máximos" de Aragonés, aunque reconoció que no había escuchado la propuesta del presidente catalán.
"El marco en el que se mueve el Gobierno en sus relaciones con la Generalitat es la mesa de diálogo", añadió Rodríguez tras el Consejo de Ministros, y puntualizó que en ese espacio es que siguen "avanzando en aras a la normalización".
No es la primera vez que el Gobierno catalán pide un referéndum como el de Canadá como solución. La llamada Ley de Claridad de Canadá establece las condiciones para que el Ejecutivo negocie la secesión de una de sus provincias tras una consulta de este tipo y tiene su origen en el plebiscito celebrado en 1995 en Quebec, provincia de habla francesa, a pesar de que se votó en contra.
En 2006, Quebec fue reconocida por el Parlamento como una "nación dentro de Canadá".