Un grupo de defensores de los derechos de los animales que demandó a primeros de año a la Universidad de California en Davis (UCD) por los ensayos realizados para Neuralink, la empresa de neurotecnología de Elon Musk, asegura que la institución educativa posee 371 fotos vinculadas a los experimentos con monos para el desarrollo de los implantes cerebrales de la compañía y exige su publicación.
El Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM, por sus siglas en inglés) alegó en un comunicado que la UCD tiene 185 fotos relacionadas con las autopsias de los animales muertos en laboratorio y otras 186 imágenes de los ensayos que se llevaron a cabo en los primates.
Anteriormente, los defensores ya exigieron que la UCD publicara material fotográfico y audiovisual que pudiera conservar sobre el trabajo llevado a cabo en sus laboratorios.
Según la organización, entre 2017 y 2020, la empresa de Musk pagó a la universidad 1,4 millones de dólares para utilizar sus instalaciones y animales.
"Está claro que la universidad simplemente está tratando de ocultar a los contribuyentes el hecho de que se asoció con Elon Musk para llevar a cabo experimentos en los que los animales sufrieron y murieron", dijo Ryan Merkley, director de apoyo a la investigación del comité.
Tras la queja interpuesta por el PCRM ante el Departamento de Agricultura de EE.UU., la institución, acusada de violar la Ley Federal de Bienestar Animal al no velar por la salud física y psicológica de los ejemplares, anunció que "los protocolos de investigación fueron revisados a fondo y aprobados por el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales" de la UCD.
"La investigación con animales está estrictamente regulada y la UCD sigue todas las leyes y reglamentos aplicables, incluidos los del Departamento de Agricultura de EE.UU.", reza el comunicado.
Demanda del PCRM
Según la queja dirigida contra la Universidad de California en Davis, a la mayoría de los 23 primates que participaron en los ensayos clínicos "se les extirpó parte del cráneo para implantarles electrodos en el cerebro". En este sentido, se alegó que los monos fueron mutilados "en experimentos de mala calidad" y que "les dejaron sufrir y morir".
Al parecer, los ejemplares eran enjaulados solos y padecían "traumas faciales" y convulsiones a causa de los microchips inalámbricos, además de infecciones recurrentes en el lugar donde se los implantaban.
El PCRM también recalcó que la empresa de Musk y el personal de la Universidad de California en Davis "no brindaron a los monos moribundos la atención veterinaria adecuada" y "usaron una sustancia no aprobada", que "los mató al destruir partes de sus cerebros". En general, al menos 15 de los primates fueron sacrificados a causa de su severo deterioro, según la parte demandante.
Respuesta de Neuralink
En ese momento, Neuralink respondió a las acusaciones, negando varias lesiones que el PCRM denunció y afirmando que la compañía está "absolutamente comprometida para trabajar con animales de la forma más humana y ética posible".
Al mismo tiempo, la compañía admitió haber sacrificado a ocho animales que utilizaba para experimentos científicos, su bien recalcó que todo el apoyo médico y posquirúrgico, incluidas las decisiones finales, fue supervisado por su personal veterinario especializado.
La empresa también confirmó las declaraciones de la UCD acerca de que todas las pruebas realizadas fueron aprobadas por el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales de la universidad, en conformidad con la Ley Federal.