Los países miembros de la Unión Europea (UE) están divididos en cuanto a la imposición de un tope de precios al gas, cuestión que se discutirá este viernes en una reunión de los ministros de Energía del bloque comunitario en Bruselas.
Según declaró a Reuters un alto diplomático de la UE, de momento "no hay nada parecido a un consenso sobre límites de los precios".
Agregó que es "difícil" predecir si se podrá alcanzar un acuerdo entre los países sobre la imposición de un tope únicamente al gas importado desde Rusia, iniciativa en contra de la cual se han pronunciado Alemania, Bélgica y otras naciones. Según el primer ministro belga, Alexander de Croo, se trata de una decisión "puramente política".
En un Consejo de Energía extraordinario, celebrado el pasado 9 de septiembre, los ministros de Energía de la UE no lograron llegar a un acuerdo para la imposición de un tope de precios al gas ruso. En su lugar, instaron a la Comisión Europea a apostar por un tope más amplio para todas las importaciones de gas.
A favor de esa última medida están 15 Estados miembros, que con tal propósito enviaron el martes una carta conjunta a la comisaria de Energía europea, Kadri Simson. Se trata de Bélgica, Polonia, Bulgaria, España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Croacia, Letonia, Lituania, Malta, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia.
En la reunión de este viernes se discutirá dicha iniciativa, y también se espera llegar a un acuerdo sobre la aplicación de impuestos extraordinarios sobre las ganancias "excedentes" de las empresas energéticas.
Topes de precio a suministros rusos
En el marco de la "guerra total" de Occidente contra Rusia, los países del G7 ya acordaron, a inicios de septiembre, imponer un tope de precios al petróleo ruso. El Departamento del Tesoro estadounidense detalló que ese tope entrará en vigor el 5 de diciembre, y a partir del 5 de febrero de 2023 se extenderá a otros productos petrolíferos. Se señala que los países que compren deliberadamente petróleo ruso a un precio superior al límite establecido pueden ser sancionados por las autoridades estadounidenses.
En respuesta, el presidente Vladímir Putin declaró que su país no suministrará "ni gas, ni petróleo, ni carbón, ni combustible, ni nada" a otras naciones si las políticas del G7 contradicen los intereses económicos de Moscú.