La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, advirtió a la industria energética estadounidense, incluidos los operadores de camiones cisterna de GNL (gas natural licuado), que estén en "alerta máxima" después de las explosiones registradas en los gasoductos Nord Stream, informa Bloomberg.
"Todos deberían estar en alerta máxima", declaró Granholm, el miércoles en Viena. Al ser preguntada sobre si los envíos estadounidenses a Europa también deben tomar más precauciones, respondió: "Por supuesto".
Según Bloomberg, cada buque cisterna transporta enormes volúmenes de combustible que pueden desencadenar una gran explosión si son atacados. El Laboratorio Nacional de Sandia de Estados Unidos advirtió que la bola de fuego resultante podría ser letal a una milla de distancia (1,61 kilómetros).
Además, la alta funcionaria estadounidense declaró que el incidente en los gasoductos demuestra por qué los países necesitan reforzar sus defensas en materia energética.
"Las naciones tienen que evaluar los riesgos de depender de otra entidad para su suministro de energía", añadió Granholm.
"La respuesta está en la superficie"
Mientras tanto, la Embajada de Rusia en Estados Unidos comentó este jueves los intentos de algunos legisladores estadounidenses de culpar a Rusia por los incidentes ocurridos en los gasoductos Nord Stream, destacando que, en realidad, hay hechos que pueden indicar lo contrario.
"¿Quién se beneficia con la ruptura de los gasoductos?", preguntó la Embajada. Según la legación, "la respuesta está en la superficie".
En este sentido, afirmó que la necesidad de eliminar a Moscú como competidor se deriva de "la incapacidad" de Washington para ofrecer "una alternativa decente" a los suministros "confiables y baratos" de gas ruso. Es por eso que EE.UU. podría decidir lograr su objetivo con otros métodos comerciales o sanciones, para "enganchar a sus aliados a los costosos recursos energéticos estadounidenses", sostuvo.