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La UE acuerda una tasa a las eléctricas y reducir el consumo energético en un 5 % en las 'horas pico'

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No se ha pactado el tope al precio del gas, medida demandada por una quincena de países pero rechazada por Alemania.
La UE acuerda una tasa a las eléctricas y reducir el consumo energético en un 5 % en las 'horas pico'

Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) han acordado este viernes algunas medidas de emergencia que afectan al mercado eléctrico del bloque comunitario. Así, han pactado recortes en el consumo de energía, especialmente en las horas de mayor demanda, y gravámenes extraordinarios para las empresas energéticas.

El propósito de las medidas adoptadas es combatir la creciente inflación, que ha alcanzado en la UE cifras de dos dígitos por primera vez desde que se tienen registros, lastradas fundamentalmente por el precio de los combustibles fósiles y de la electricidad, especialmente de aquella generada con gas.

La decisión ha sido anunciada por la presidencia checa del Consejo de la UE, de cara a unos meses de invierno que se prevén complicados por los precios de la energía y su difícil acceso. Las medidas adoptadas este viernes "tienen carácter temporal y extraordinario".

Este acuerdo llega tan solo un día después de que Alemania haya anunciado un paquete de ayuda energética de 200.000 millones de euros, con la intención de proteger a sus consumidores más vulnerables.

Otros países del bloque ya hace algunas semanas que han anunciado medidas de ámbito nacional con el mismo objetivo, centradas la mayoría de ellas en la reducción del consumo interno. Sin embargo, muchos de los países llevaban tiempo pidiendo una coordinación europea y la toma de medidas consensuadas.

"Vivimos en tiempos excepcionales y estamos trabajando de manera excepcionalmente rápida, coordinada y solidaria para formar un frente unido contra el continuo armamento de los suministros de energía por parte de Rusia", ha dicho el ministro checo de Industria y Comercio, Jozef Síkela.

"El acuerdo alcanzado hoy supondrá un alivio para los ciudadanos y empresas europeos. Los estados miembros aplanarán la curva de demanda de electricidad durante las horas pico, lo que tendrá un efecto positivo directo en los precios, y redistribuirán los beneficios excedentes del sector energético entre aquellos que tienen dificultades para pagar sus facturas", ha añadido Síkela.

Impuesto extraordinario

Una de las medidas tomadas ya fue anunciada hace dos semanas por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Se trata de gravámenes especiales en el sector de la energía que tendrían una recaudación prevista de 140.000 millones de euros.

Se establece una "contribución solidaria temporal obligatoria" sobre los beneficios excedentes de las empresas de combustibles fósiles (petróleo crudo, el gas natural, el carbón y las refinerías) obtenidos en 2022 o 2023.

El acuerdo recoge que los Estados miembros pueden mantener medidas nacionales equivalentes siempre que generen ingresos al menos comparables, que serán utilizados "para brindar apoyo financiero a los hogares y las empresas y para mitigar los efectos de los altos precios minoristas de la electricidad".

En cuanto al recorte en el consumo, se ha establecido una reducción global voluntaria del 10 % del consumo bruto de electricidad y un objetivo de reducción obligatorio del 5 % del consumo de electricidad en las horas punta entre el 1 de diciembre de 2022 y el 31 de marzo de 2023. Los países tendrán libertad para elegir las medidas adecuadas para alcanzar esta reducción de demanda.

Límite de precio para las tecnologías inframarginales

El Consejo ha acordado limitar los ingresos de los generadores de electricidad, incluidos los intermediarios, que utilizan las llamadas tecnologías inframarginales para la producción de electricidad, tales como las renovables, la nuclear y el lignito, a 180 euros el megavario hora.

La medida responde a limitar las ganancias extras logradas por estos operadores durante un tiempo en el que no han aumentado sus costos operativos. Se trata de un tope elevado que está diseñado "para preservar la rentabilidad de los operadores y evitar entorpecer las inversiones en energías renovables", según el comunicado emitido por el Consejo de la Unión Europea.

En este aspecto los Estados también tienen libertad para elegir las medidas para "recaudar y redirigir los ingresos excedentes hacia el apoyo y la protección de los clientes finales de electricidad".

Se trata de gravar a las compañías productoras de electricidad que no utilizan gas para su generación y que están obteniendo beneficios extraordinarios por el elevado coste del gas. Esto es así porque en la UE el precio de la electricidad es marcado por la tecnología más cara, en este caso el gas, que ha quintuplicado su coste durante el último año.

Además, los países podrán establecer temporalmente un precio para el suministro de electricidad a las pequeñas y medianas empresas para lidiar con los altos precios de la energía, incluso uno que esté por debajo del costo.

A la espera del tope al gas

Sin embargo, finalmente no ha sido posible introducir un tope al precio de gas importado, una medida que demandaban una quincena de Estados, entre los que figuran Francia, España, Italia o Polonia.

Esta propuesta se encuentra con la resistencia de países como Alemania y Austria, que esgrimen que ese tope a los precios puede dificultar el suministro, alentando a los productores a desviar sus envíos a destinos donde se encuentren mejor remunerados, agravando la situación en el viejo continente.

Tras esta reunión es probable que se discutan otras medidas complementarias en la cumbre informal de la UE que se desarrollará en Praga la próxima semana, así como en otra reunión de ministros de Energía que tendrá lugar los días 11 y 12 de octubre.

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