Un juez de EE.UU. desestima la demanda de México contra los fabricantes de armas
Un juez federal estadounidense ha desestimado la demanda que interpuso el Gobierno mexicano contra ocho fabricantes de armas del país norteamericano por desarrollar prácticas comerciales "negligentes e ilícitas" y por no frenar el tráfico ilícito de armamento hacia la nación latinoamericana, lo que tiene implicaciones directas en el alza de la violencia.
"Desafortunadamente para el Gobierno de México, todas sus reclamaciones están prohibidas por la ley federal o fallan por otras razones", expuso en el fallo el juez Dennis Saylor, de la Corte de Distrito de Massachusetts.
En particular, el juez Saylor hizo referencia a la Ley de Protección del Comercio Legal en Armas (PLCAA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., que "prohíbe inequívocamente las demandas que buscan responsabilizar a los fabricantes de armas por los actos de personas que usan armas para el fin previsto".
"Y aunque el estatuto contiene varias excepciones limitadas, ninguna es aplicable aquí", detalló.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México apelará el fallo, según confirmó a Milenio el asesor jurídico de la Cancillería, Alejandro Celorio.
Demanda
En la demanda interpuesta en la Corte Federal de Massachusetts, la Cancillería mexicana argumentó que el aumento de los homicidios cometidos con armas de fuego en el país latinoamericano estaba "directamente relacionado" con la expiración de la prohibición estadounidense de los rifles de asalto en 2004.
En el escrito, México alegó que cuando expiró esa prohibición, la producción y fabricación de armas de fuego en EE.UU. aumentó drásticamente, sobre todo la de armas de asalto de estilo militar, que son las preferidas por las organizaciones criminales en la nación latinoamericana.
El Departamento de Justicia estadounidense, a través de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), encontró que, entre 2014 y 2018, siete de cada diez armas recuperadas en México por la Policía en escenas de crimen, y enviadas para su análisis, tenían su origen en EE.UU.