La economía de la Unión Europea puede ser vulnerable al proceso de desglobalización que aparentemente ya ha empezado, advirtió este sábado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en su intervención en un foro sobre defensa de la democracia liberal celebrado en la isla española de La Toja.
Según el alto funcionario, los signos de la desglobalización se hicieron evidentes durante la pandemia del covid-19 y empeoraron con la operación militar especial de Rusia en Ucrania. Tras el inicio del operativo ruso en febrero pasado, Occidente impuso una serie de sanciones contra Moscú que afectaron no solo al país euroasiático sino a diferentes sectores, incluyendo el de transporte, bancario, agrícola y energético.
El jefe del banco central español recordó que la Unión Europea tiene una de las "economías más abiertas" del mundo, lo que la hace particularmente sensible ante un proceso de desglobalización. "El peso del comercio exterior [de la UE] sobre el PIB en el 2019 fue del 54 %, casi 20 puntos más que hace dos décadas. Es casi algo más del doble de la apertura comercial de EE.UU.", detalló.
"Nos hemos beneficiado de menores precios"
"Es evidentemente también que esta apertura ha supuesto durante muchos años una gran ventaja para la Unión Europea, nos hemos beneficiado de menores precios de importación, de una mayor difusión tecnológica, en definitiva de una mayor productividad, que es la que acaba generando esa mayor competencia internacional. Pero también tenemos la sensación que ha pasado a convertirse en un elemento de vulnerabilidad", añadió.
Hernández de Cos indicó que el bloque comunitario tiene al menos cuatro vulnerabilidades. "El primero y más evidente tiene que ver con la fuerte concentración de las importaciones en unos pocos países exportadores de algunos productos concretos, pero que tienen vital importancia", sostuvo. Además, indicó que la UE es "muy dependiente" de Estados como China, de donde llegan diferentes productos desde dispositivos electrónicos hasta tierras raras; Rusia y otras naciones exportadoras de hidrocarburos, así como otros países proveedores de semiconductores.
El gobernador del Banco de España prevé que la transición de la Unión Europea hacia la economía verde y la digitalización "aumentará la necesidad de importar materias primas críticas", multiplicándose por más de cinco en 2030. En este aspecto, Rusia vuelve a ser "el principal productor" de esas materias primas vitales, señaló.
"Regionalización" del comercio
La segunda vulnerabilidad es la concentración de las exportaciones del bloque comunitario en los mercados de EE.UU. y el Reino Unido, con un "fuerte superávit comercial" y poca demanda dentro de la UE. Las demás debilidades, según Hernández de Cos, tienen que ver con el ámbito financiero y la inversión directa extranjera.
"Existen ciertas tendencias: dependencia frente a diversificación, eficiencia frente a seguridad, y globalización frente a regionalización", comentó, indicando que esta tendencia tendrá un coste. Bruselas no debería renunciar al papel que ha jugado como actor abierto, "pero tenemos que ser conscientes de la nueva realidad" y para garantizar "una economía robusta, capaz de afrontar a dichas vulnerabilidades es indispensable una mayor integración del bloque", instó el jefe del banco central.