El alcalde de Nueva York pretende alojar a inmigrantes ilegales en un crucero de lujo
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, se dispone a alcanzar un acuerdo para que un crucero noruego acoja a inmigrantes en aguas de la megalópolis, informa The New York Post.
Según una fuente anónima del diario, Adams tiene la intención de alquilar uno de los enormes cruceros de lujo de la compañía Norwegian Cruise Line durante al menos seis meses. La nave para alojar a los inmigrantes antes de que entren en el sistema de acogida de la ciudad, sería anclada en el puerto del distrito de Staten Island.
Según estimaciones preliminares, este plan sería "más barato", en comparación con la instalación de un hangar con carpas, que podría acarrear un gasto de 15 millones de dólares por mes, según el diario.
Según distintas estimaciones, desde mayo han llegado a Nueva York alrededor de 15.000 inmigrantes en medio de una oleada vinculada a la crisis migratoria de la frontera sur. La cifra podría ascender hasta las 75.000 personas, según Adams. El gobernador agregó que el flujo creciente de inmigrantes está poniendo a prueba el sistema de refugios hasta su "punto de ruptura".
En este sentido, reportan que el Ayuntamiento de Nueva York está negociando el posible uso de otro barco, perteneciente a la compañía estonia Tallink, que ya fue utilizada por el gobierno del país báltico para ubicar a refugiados ucranianos.
Según el diario, el alcalde está pidiendo a la Casa Blanca al menos 500 millones de dólares en fondos de emergencia para pagar un año de servicios destinados a los inmigrantes.
Mientras, el presidente del distrito de Staten Island, Vito Fossella, cree el muelle propuesto por Adams es "problemático", porque allí no hay electricidad. "Lo que sea que estén haciendo aquí es insostenible", subraya Fossella.
"Tanto [el presidente Joe] Biden como Adams se niegan a abordar la raíz del problema y, en cambio, siguen incentivando la inmigración ilegal", denuncia la congresista republicana por Nueva York Nicole R. Malliotakis, en referencia a la política de fronteras abiertas que se traduce en un número creciente de los inmigrantes.
La congresista califica el acuerdo sobre la nave para inmigrantes de "idea ridícula" y asegura que sólo podría ocurrírsele a "una administración incompetente".