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Conmoción en Colombia por el hallazgo de un niño que habría sido asesinado por su padre en la habitación de un hotel

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El hombre, que se había separado de la madre del pequeño, le envió a la mujer una foto y una serie de mensajes para notificarle que había asfixiado a su hijo.
Imagen ilustrativa

El asesinato de un niño de cinco años, presuntamente a manos de su padre, ha causado indignación en Colombia, luego de que la policía confirmara el hallazgo del cuerpo del menor en un hotel ubicado en el municipio Melgar, en el departamento de Tolima.

Las versiones preliminares apuntan que el pequeño habría sido asfixiado por el padre en una habitación del hotel. Tras el asesinato, el hombre informó del hecho a la madre, acompañando el mensaje con fotos de lo ocurrido.

La muerte del infante fue reportada por el comandante de la Policía del Tolima, Néstor Raúl Cepeda, en un video difundido en las redes. El funcionario detalló que se activaron "todas las capacidades institucionales" para capturar al presunto responsable, cuyo paradero se desconoce. 

Por su parte, la Fiscalía de Colombia informó que "dispuso investigadores, criminalísticos y forenses para esclarecer lo ocurrido", y adelantó que las seccionales de Bogotá y Tolima trabajan articuladamente en el caso, a través del grupo de Niños, Niñas y Adolescentes.

¿Qué pasó antes?

Gabriel González Cubillos, como ha sido identificado el presunto filicida, buscó a su hijo el pasado sábado en la casa de su expareja, con la que no convivía, en el barrio Sierra Morena de Bogotá.

Como era el fin de semana que le correspondía permanecer con el pequeño, la salida no causó alarma entre los familiares, informa El Heraldo.

Por ese motivo, no hubo más contacto con González Cubillos hasta la noche del domingo. En un mensaje de WhatsApp, el hombre le pidió a la madre que buscara una memoria USB que había dejado en el baño de su casa. Allí había un par de videos donde manifestaba su intención de matar al niño y suicidarse.

Tras conocer esa información, la mujer se dirigió a la comisaría de Tocancipá (Cundinamarca), a unos 45 minutos de Bogotá, donde residía el hombre, para notificar la desaparición del menor. 

¿Cómo habría ocurrido el crimen?

Después de varias horas de zozobra, la madrugada del lunes, Gonzáles Cubillos volvió a comunicarse con su expareja. Le envió varios mensajes y una foto de su hijo recién fallecido.

En una interacción, a las 4:07 de la madrugada, el hombre escribió: "Hora fallecimiento 3:55 a.m. Asfixia mecánica, no sufrió. Ahora sí puedes disfrutar con Edilson y Wesly sin Tricitico ni muchos menos yo. Felicidades".

En otro texto, el hombre le preguntó a la madre si finalmente había visto el contenido guardado en la memoria USB. La mujer del pequeño solo alcanzó a responder: "Gabriel, mi hijo".

El hallazgo 

Con las pruebas que tenía en la pantalla de su teléfono, la mujer se dirigió a la seccional de Investigación Judicial, conocida como Sijín, a denunciar lo ocurrido. Tras rastrear el celular del padre, se determinó que se encontraba en Melgar.

Como en la imagen que envió se veía el logo del hotel en una almohada, los investigadores pudieron dar con el lugar exacto.

En el sitio, la Policía de Tolima encontró el cadáver del niño y revisó las cámaras de seguridad del establecimiento. En el registro quedó tanto la entrada de González Cubillos con su hijo, como su salida, aproximadamente a las 6:00 de la mañana del lunes, solo y sin equipaje.

El dueño del hotel le manifestó a El Nuevo Día que el hombre abandonó el sitio "con total frialdad" y que dijo que buscaría el desayuno para su hijo, pero no regresó.

El personal del establecimiento confirmó que el hombre mostró su cédula al reservar la habitación y el registro civil del pequeño.

Las autoridades informaron desarrollan un plan candado en Cundinamarca y Bogotá, su capital, para localizar al presunto filicida.

¿Qué se sabe del padre?

Según información de El Tiempo, González Cubillos tiene aproximadamente 50 años, reside en el municipio de Tocancipá, –en el departamento de Cundinamarca, fronterizo con el Tolima, donde ocurrió el hallazgo–, y trabajaba como archivista en una multinacional.

El hombre mantuvo una relación de seis años con la madre del pequeño, de quien se separó hace cinco meses.

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